El espacio finito del Musac se abre a las representaciones de Itziar Okariz
La muestra, comisariada por Agustín Pérez Rubio, se inaugura el próximo día 22.
El próximo sábado, el Musac inaugura nueva temporada expositiva con la muestra de la artista vasca Itziar Okariz. Comisariada por Agustín Pérez Rubio y con coordinación de Helena López Camacho, el trabajo de la artista vasca a menudo se ha caracterizado por la producción de acciones que cuestionan normativas en torno al lenguaje y la producción de los signos que nos definen como sujetos. La muestra será además la primera ocasión en la que el nuevo director, Javier Olveira, se verá con el antiguo responsable del museo, Agustín Pérez Rubio, responsable curatorial de la exhibición. Un número finito de acciones determinadas es un proyecto específico para la sala 1 del museo, e indaga en el significado actual de la performance . La idea de la que parte el proyecto es cuestionar y redefinir los límites de la práctica performativa, sus convenciones, así como la posibilidad de pensarla dentro del espacio expositivo. Un número finito de acciones determinadas se articula en torno a tres ejes: la exposición en la sala 1 del museo, con una selección de obras con la memoria de performances anteriores de la artista; un programa de performances públicas, entre junio y octubre de 2013; y un taller de artista en torno a los conceptos de acción y performance .
Taller de verano
La muestra se completará con un taller —entre el 16 al 19 de julio y del 24 al 27 de septiembre— que, dirigido por la propia artista, pretende llevar a cabo la premisa de realizar un número finito de acciones determinadas partiendo de una reflexión en torno a los conceptos de acción y performance. Consiste en la puesta en práctica de una serie de propuestas de acciones que serán realizadas una detrás de otra de manera mecánica. Ejecutadas en el interior y exterior del museo, con y sin un público convocado, cada propuesta es una proposición de carácter germinal para una acción. No hay un objetivo final mas allá de la propia experiencia, y sus resultados formarán parte de la exposición, de manera que lo que acontezca se irá incorporando a la misma en diferentes estadios de su desarrollo.
En palabras de la propia artista «el trabajo en arte se caracteriza por transitar entre zonas de dudas y zonas de certezas ya que definen las áreas de conflicto y de interés en mi propio trabajo; la pulsión hacia la realidad, el anhelo de inscribirse en la vida tanto de la acción como de la performance y la posibilidad de representar aquellas más allá de la cualidad temporal que las caracteriza; hacerlo mostrando el proceso de los elementos adyacentes como huellas, partituras, registros, documentos... elementos que operan desde su propio carácter específico».
