Mateo Díez: «Quien no sea hoy pesimista resulta sospechoso»

Los escritores José Jiménez Lozano y Luis Mateo Díez coincidieron ayer en señalar, antes de participar en una conversación pública entre ambos celebrada en Ávila, que el pesimismo que predomina en la sociedad actual ha acabado por convertirse en una filosofía o forma de vida.

Mientras Mateo Díez ha explicado a los informadores que iban a hablar «de lo bien que está el mundo» y de sus «expectativas maravillosas para pasado mañana», Jiménez Lozano reconoció que no es pesimista porque con ello «no se adelanta nada». «Con el realismo y la esperanza es suficiente», apuntó este narrador, poeta y ensayista antes de remontarse décadas atrás para reflexionar: «Hemos visto tiempos crudos y sin embargo no había pesimismo».

Tras señalar que siendo niño algo vio de la crudeza de los tiempos pasados, el leonés Mateo Díez argumentó que quizá ese pesimismo actual es «un añadido a los tiempos que corren» y a los que definido como «crudos, malos...». «Incluso se ha convertido en filosofía», puntualizó José Jiménez Lozano, mientras su compañero de tertulia asentía las reflexiones de éste, quien en este contexto añadió que «una cosa que no sea pesimista es sospechosa». Estos dos escritores, premio Castilla y León de las Letras en los años 1988 —Jiménez Lozano— y 2000 —Mateo Díez— también coincidieron en que los tiempos que corren para la literatura no son malos, son «como siempre». Ambos admitieron que ahora cuesta lo mismo escribir una obra maestra que «una porquería», mientras que Jiménez Lozano matizó cómo en este oficio, como ocurre con el de pintor, «uno se va de este mundo sin saber lo que has hecho».

Luis Mateo Díez apuntó, no obstante, que en la actualidad se sigue haciendo literatura «interesante», al mismo tiempo que defendió que la necesidad de «cuidar, buscar y recriar» a los lectores, que a su juicio «no florecen de cualquier manera».