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Jorge Arias músico, líder de arsel randez

«Expectativas no tenemos, así que vamos río abajo sonriendo»

Arsel Randez y Los Cuervos formará parte, en lo que a música se refiere, de la representación leonesa en las próximas fiestas capitalinas de San Juan y San Pedro. Esta activa formación, que desea hacer música «con la mayor honestidad posible», prepara un elepé y desde el rock clásico aspira a confirmar la sospecha de que estamos ante un grupo llamado a ser grande.

Arsel Randez y Los Cuervos tocarán en la plaza del Grano el próximo sábado día 22.

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pacho rodríguez | león
León

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Arsel Randez y Los Cuervos será uno de los grupos leoneses encargados de que en estas fiestas haya bandas locales discutiendo aquello de que nadie es profeta en su tierra. En su caso (con un larga duración que saldrá después del verano, y que se encuentra en su momento álgido de cocción), pueden contar que ellos sí llenaron El Albéitar en el pasado Purple Weekend. Es decir, que son muy queridos entre la parroquia rockera leonesa.

Tal vez esa potencia como banda de rock, sin colorantes ni aditivos, puede que sea su principal virtud y atractivo. Y es que, viéndoles en directo, Arsel Randez y Los Cuervos son de esos grupos que respiran algo poco usual: una verdad demoledora que se ha alimentado de grandes nombres y que les lleva a circular por carreteras en las que lo comercial derrapa estrepitosamente. El sábado 22, a las 23.00 horas y en la plaza del Grano, puede que sea el momento de disfrutar de este nuevo paso del grupo liderado por Jorge Arias. Ya volcados en conseguir hacerse un hueco en la escena nacional sin hacer concesiones a la galería. Ahí están Arsel Randez y Los Cuervos, unos auténticos lovers rock , convencidos de que su clasicismo es el arma que mejor les carga de futuro.

—Algo se cuece en el local de ensayo del grupo... Nuevo disco, nuevas canciones... ¿Por dónde van los tiros?

—Estamos preparando nuevas canciones sí, y quizá enfocadas por fin a un elepé. Todavía es pronto para asegurar cómo y en que formato acabarán, pero hay nuevas canciones y sentimos que debemos grabarlas cuanto antes. Pronto habrá algo.

—Como grupo, ¿qué les ha ido pasando que reafirme sus posiciones o que las haya cambiado?

—Para nosotros siempre ha sido igual, no creo que haya nada que haya modificado o reafirmado nuestra posición. Hacemos lo que nos gusta con la mayor honestidad posible, no hay doblez posible.

—En ese local, como laboratorio de la banda, ¿quiénes son los santos musicales que resumirían sus principios?

—Hay muchos nombres que podríamos darte, pero somos cinco y cada uno utiliza su ‘santoral’. Si tenemos que hablar de los comunes a todos, vamos a ir a lo que siempre se repite cuando se nos nombra: Cave, Waits, Dylan, Young... Es cierto que son gente admirable para nosotros, tanto en el plano musical como a la hora de aplicar valores a la música, pero sinceramente creemos que no encajamos 100% tampoco bajo esos nombres. Ellos son dioses y nosotros humanos. Hay una influencia clara de todos ellos en nosotros, como la puede haber de los Stones o de Howlin Wolf, pero quedarse con esa idea distorsiona la realidad. Somos Arsel Randez y Los Cuervos, y sonamos como tales... ¿a quién le importa el resto?

—A la hora de enfocar este nuevo disco están siendo, de momento, metódicos. ¿Qué se puede avanzar y adelantar de ese proceso?

—Algunas ya han sido interpretadas en directo, y sin embargo, a la hora de grabarlas encuentras cosas diferentes, y cosas que creías que funcionaban, pues no funcionan tanto en el estudio. Poco más se puede decir. Creemos que hay buen material, y nuestro empeño ha sido capturarlo bien y de una forma fiel a nosotros. En ello estamos.

—Después de llenar, por ejemplo, en su paso por el Purple Weekend, ¿sienten la necesidad de dar el gran salto?

—Como decía antes, nuestro objetivo es hacer la música que nos gusta con la mayor honestidad posible. Lógicamente queremos que llegue a la mayor cantidad de gente posible también, pero tampoco queremos que nadie le meta en el culo a nadie nuestra música como un supositorio. El que quiera escuchar será bienvenido, y estaremos por supuesto muy agradecidos.

—León es su base de operaciones, por otra parte un territorio muy musical. Vivir la escena desde una ciudad pequeña, ¿ata o libera?

—Ni ata ni libera. Uno tiene que tener claro lo que está haciendo, y tiene que serle absolutamente indiferente lo que haga el resto. La música es algo universal. En León se hace muy buena música, y es cierto que es una ciudad muy musical, pero vamos muy a nuestra bola, la verdad, no sabríamos contarte que pasó ayer en ‘la escena’.

—¿Podría decirse que, con Cooper, Fabián, The Bright, o ustedes mismos, la escena musical leonesa vive un momento de actividad fructífera?

—Totalmente. Como decía antes, se hace muy buena música en la ciudad, y muy variada. Todos esos nombres son un ejemplo de ello. Cada uno en su estilo y en su campo. Gente que lleva mucho tiempo haciendo las cosas muy bien. Me gustaría nombrar también a Juan Marigorta, por supuesto, que de una forma u otra está relacionado con todos ellos, y que es un tesoro de la ciudad por méritos propios. En cualquier caso son todos amigos y les queremos mucho, ¿qué ibamos a decir? (risas) No, en serio, hay mucho talento.

—Han hecho una potente gira por Galicia, han pasado por el Siroco de Madrid y ya tocaron en festivales de la talla del Sonorama. ¿Os planteáis grandes expectativas o es mejor dejarse llevar por lo que ocurra?

—Expectativas no tenemos, así que vamos río abajo sonriendo. Es tontería, ¿quién sabe lo que va a pasar? Nos gusta dejarnos llevar, y disfrutaremos al máximo con lo que ocurra.

—¿Qué tiene su directo para acaparar tanta atención?

—¡Uy!, esa es muy difícil. Deberías preguntarle a alguien después de un concierto. Creo que entre los cinco creamos un sonido muy rotundo, y en ocasiones todo adquiere una energía muy especial que ninguno sabemos de dónde viene. Pero no sabríamos darte en el clavo, cada persona tiene una percepción distinta.