Diario de León

Adiós a Miguel Narros, el gran maestro del teatro

Fallece de una afección pulmonar a la semana de estrenar ‘La dama duende’.

Fotografía tomada en marzo de Miguel Narros en el teatro Lope de Vega de Sevilla.

Fotografía tomada en marzo de Miguel Narros en el teatro Lope de Vega de Sevilla.

Publicado por
lucía palacios | madrid
León

Creado:

Actualizado:

Rezumaba teatro por los cuatro costados. Y, como todos los grandes, se murió con las botas puestas. Miguel Narros, el director de referencia de la escena española contemporánea, falleció ayer a los 84 años, justo una semana después de estrenar su último trabajo, La dama duende, la adaptación de Pedro Villora de la obra de Calderón de la Barca. A este montaje dedicó su último aliento, y el teatro de Alcalá de Henares tiene el honor de haber sido el último escenario al que se ha subido. Él se va, pero su montaje recorrerá la geografía española este verano mostrando esa visión tan peculiar que él tenía del teatro «como un ser vivo».

Sólo una afección pulmonar consiguió alejarle de las tablas, su gran pasión, a la que ha dedicado toda su vida, y le obligó a ingresar el pasado martes en la madrileña clínica Quirón, en la que fallecía en la mañana de este viernes a consecuencia de un paro cardíaco. El Teatro Español, que dirigió en dos etapas de su vida, abrirá hoy sus puertas para instalar, de 10.00 a 16.00 horas, la capilla ardiente de este animal de la escena española de las últimas cinco décadas. Después será incinerado en una ceremonia íntima.

Nacido en Madrid el 7 de noviembre de 1928, Narros siempre tuvo clara su vocación y, tras estudiar en el Real Conservatorio de Música y Declamación, se trasladó, con solo 23 años, a París, donde trabajó con el director del Teatro Nacional Popular Jean Vilar. En la capital francesa se relacionó con los actores Gérard Philipe, María Casares y Jeanne Moreau.

Ya de regreso a España, conoció distintas facetas del teatro, puesto que comenzó su carrera como actor, figurinista y escenógrafo, antes de dedicarse en cuerpo y alma a la dirección escénica.

Un visionario

Él consiguió cambiar esa visión que existía hasta los 50 de que los actores se autodirigían y demostró la importancia de alguien desde fuera que manejara la escena.

Narros se adentró hasta mediados de los setenta en el mundo de la escenografía de la mano del arquitecto y escenógrafo italiano Andrea D’Odorico, con quien fundó la efímera compañía Teatro del Arte en los ochenta. Pero antes, con William Layton y el director José Carlos Plaza, promovió el Teatro Estable Castellano (TEC), que, pese a irrumpir con fuerza en la escena madrileña a finales de los setenta, tuvo también una breve existencia.

Además de ser el director del Teatro Español en dos periodos (de 1967 a 1971 y de 1984-1989), también llevó las riendas en los noventa del Teatro María Guerrero, sede del actual Centro Dramático Nacional (CDN). Además, en esos años fue profesor de Interpretación en la Real Escuela Superior de Arte Dramático. Su amor por los grandes maestros de la literatura le convirtió en uno de los directores que mejor ha sabido representar a nuestros clásicos.

tracking