El anfiteatro romano de León vuelve a recibir público 2.000 años después
La cripta acoge en el mes de julio un ciclo de música y poesía que arranca mañana.
El narrador Manuel Ferrero y los músicos del dúo Tarna, a la puerta de la cripta de Cascalerías.
No todo el mundo conoce que la primitiva población romana que con el tiempo daría origen a la actual León contó con un anfiteatro con capacidad para 5.000 espectadores. Y eso es porque, a pesar de que en 2009 se habilitaron los restos de este monumento en una cripta de la calle Cascalerías, el Ayuntamiento, encargado de su conservación, sólo la muestra a grupos bajo previa demanda y hasta este momento, como ocurre con su homóloga de la misma calle, se encuentra vedada al público de forma libre.
A partir de mañana, los leoneses y visitantes tendrán la ocasión de contemplar estos vestigios de 2.000 años de antigüedad gracias a la iniciativa del inquieto poeta y activista cultural Víctor M. Díez, quien ideó y propuso al Consistorio un proyecto que aúna música, verso y palabra con la divulgación y el uso efectivo de un espacio arqueológica infrautilizado. Materializado en forma de ciclo cultural que se extenderá a lo largo del mes de julio con dos actuaciones por semana, estas nuevas citas comienzan mañana lunes con dos sesiones, a las 20.00 y a las 21.00 horas, de la mano de algunos de los más activos artistas leoneses del momento: los músicos Diego Gutiérrez y Rodrigo Martínez (dúo de folk leonés Tarna), el malabarista y narrador Pablo Parra (grupo Cirkofrénicos) y el escritor y cuentacuentos Manuel Ferrero.
El espectáculo llevará por título Cuántos cuentos y supone, como informó Diego Gutiérrez, «un viaje a la memoria de los sentidos». Una puesta en escena multidisciplinar en torno a unos relatos que sirven «más para despertar a los adultos que para dormir a los niños». Y así, al igual que el dúo Tarna intenta llevar a cabo una respetuosa renovación de las canciones leonesas tradicionales, «Pablo Parra y Manuel Ferrero procuran, desde una dilatada trayectoria oral, dar vida, teatralizándolos, tanto cuentos recogidos de diversos informantes como originales, escritos por ellos mismos», continuaba Gutiérrez.
Por su parte, Manuel Ferrero, cuentacuentos y autor de numerosos títulos de literatura infantil, explicó que esta fusión creativa llevaba tiempo siendo trabajada por sus protagonistas y aclaró que contará con una duración de 40 minutos. Una función en la que «damos rienda suelta a nuestra creatividad —prosiguió—: el dúo Tarna cantará varios temas tanto en solitario como acompañando y acompasando nuestros versos y narraciones, y Pablo Parra y yo ofreceremos historias populares y poemas de otros autores, en concreto de León Felipe ( Romero solo ) y Manuel Benítez ( El perro cojo ). Por ejemplo, escenificaremos una versión algo diferente de ese romance leonés tan conocido que es La doncella guerrera , haciendo nosotros mismos los papeles de la chica... y del padre de ella».
Ferrero alabó la iniciativa del coordinador del ciclo, Víctor M. Díez, de revitalizar culturalmente la cripta y reflexionó: «El lugar, aunque no es demasiado grande, tiene su encanto por la intimidad que facilita, y además resulta muy sugerente recuperar para un uso escénico un espacio que se creó y dedicó precisamente con esa función».
En el ciclo, de acceso gratuito y pensado para un público adulto, participarán a lo largo del mes de julio cerca de veinte artistas diferentes cuyos nombres se darán a conocer mañana.
