Una veloz carrera de los Miura pone fin a los encierros

Una carrera muy veloz de los toros sevillanos de Miura, en la que una joven australiana resultó herida por asta de toro, puso ayer fin a los encierros de los sanfermines de 2013.

Los corredores se pudieron lucir ante las astas en esta última carrera, que fue cubierta por la manada muy estirada, cinco miuras por delante y el sexto algo más retrasado junto a los cabestros. A las ocho en punto de la mañana, después de que los mozos entonaran los tres cánticos en los que piden la protección del santo, la manada salió de los corrales de Santo Domingo y, a diferencia de lo que es habitual, los cabestros no tomaron la delantera, sino que fue un toro el que abrió la carrera. Ese toro salió a gran velocidad e incluso se separó unos metros de sus hermanos ocasionando momentos de peligro al derrotar hacia la derecha, lo que sorprendió a los corredores que se encontraban en esa zona. Otros dos astados negros le alcanzaron y, juntos, tomaron el mando de la manada que, muy estirada, cruzó la plaza consistorial y se encaminó hacia Mercaderes, donde eran ya cinco los toros adelantados, que chocaron contra el vallado en la curva de acceso a Estafeta, aunque sin llegar a caer.

De esta forma, con cinco toros en cabeza y el sexto algo retrasado junto a los mansos, la manada tomó la calle Estafeta, donde pudieron verse bonitas carreras de los mozos ante las astas, aunque la gran velocidad de los bureles provocó las inevitables caídas de corredores. Sin mayores incidencias pasó la manada por el tramo de Telefónica y se dirigió al callejón, donde arremetió contra el vallado y el toro Salinero alcanzó a una de las chicas, de nacionalidad australiana, que se encontraban en este lugar, a la que corneó en el tórax. Los cinco morlacos adelantados entraron limpiamente en la plaza y superaro sin incidencias el punto en el que anteayer se creó el montón de corredores, que impidió el acceso de los astados y en el que se produjeron numerosos heridos. Uno de los más graves, un joven de Vitoria de 19 años evoluciona favorablemente del aplastamiento que sufrió y al parecer su vida no corre peligro, informó el Servicio Navarro de Salud.

Por último, la joven australiana de 23 años que ayer recibió una herida por asta en el hemotórax posterior derecho —es la quinta mujer corneada en la historia de la fiesta pamplonesa— fue intervenida quirúrgicamente y también evoluciona favorablemente aunque su estado sigue siendo muy grave.