Tragedia para dos teatros
El Estado y un particular ponen en venta el Emperador y el Trianón, cerrados desde hace ocho años.
Los dos teatros de León están en venta. Antes de la crisis inmobiliaria tenían un valor próximo a los nueve millones de euros. Hoy, nadie aventura su precio. El Ministerio de Vivienda, propietario del Emperador, y el dentista leonés Octavio Canseco de las Vallinas, que heredó de su padre un edificio que costó 800.000 pesetas en 1953, intentan ‘colocar’ en el mercado dos de los edificios del siglo XX más singulares de la ciudad.
Para Canseco, el Trianón se ha convertido en una pesada carga de la que intenta desprenderse desde hace ocho años. Lamenta que el Ayuntamiento haya tirado por tierra todos los proyectos para reabrir el edificio. El último, un salón de banquetes, «que habría creado muchos puestos de trabajo». Y es que el inmueble, que durante años tuvo un uso exclusivamente cultural, podría ahora dedicarse «incluso a cementerio», bromea el dueño. «Cualquier destino menos residencial».
En los últimos años ha habido varios proyectos para ‘reconvertir’ dos teatros sobre los que pesa demasiado su pasado glorioso. Pero todas las iniciativas fracasaron por falta de inversiones o por las limitaciones de uso de dos edificios cuya declaración como BIC nunca se culminó.
Centro Coreográfico
El que fuera presidente de la Diputación Javier García Prieto abanderó la conversión del Emperador en Centro Coreográfico durante su época como concejal de Cultura del Ayuntamiento de León. En el 2000 nombró a Alfonso Ordóñez –que más tarde sería también concejal de Cultura- director de este centro que pretendía ser un referente nacional de la danza. En un cásting fueron seleccionar a los seis primeros alumnos. Un año después, el Ayuntamiento volvía a negociar con la empresa Elde para adquirir el Emperador, tras calcular que sería preciso un presupuesto de 100 millones de pesetas (600.000 euros) para el primer año, entre el mantenimiento del inmueble y la contratación de una decena de artistas y docentes. En el 2003 Ordóñez dimite como director del Centro Coreográfico para presentarse a las elecciones municipales por el PP. El proyecto de Centro Coreográfico cae en el olvido.
El Trianón vivió su momento dulce a finales de los sesenta y principios de los setenta, gestionado por la Elde, cuando hacía furor la sesión continua en las salas de León. Su pequeño escenario sirvió de «laboratorio» a muchos de los grupos de teatro leoneses.
El Emperador, hasta la construcción del Auditorio, era la sala de referencia para teatro y música. Ha visto desfilar a divas de la ópera como Ainhoa Arteta o Barbara Hendricks, a estrellas del cine como Viggo Mortensen y a cantantes como Serrat, Aute, los leoneses Quijano o la polémica Isabel Pantoja.
Hotel y parque infantil
El Trianón tuvo que probar suerte con actividades que nada tenían que ver con su actividad inicial como sala de cine para 1.250 espectadores. En 1986 dejó de ser cine para convertirse en discoteca. Con el auge de los parques infantiles bajo techo, el Trianón se transformó en Indiana Bill. Lleva cerrado desde el 2005. Un año después, una inmobiliaria lo puso a la venta en Internet por 4,6 millones de euros. Desde entonces, se suceden los proyectos para convertir el edificio diseñado por Javier Sanz en una sala de fiestas, hotel con 20 habitaciones, galería comercial, multicines o salón de banquetes. Pero el Ayuntamiento y la Comisión Territorial de Patrimonio han echado por tierra todos estos negocios.
Ahora, Canseco sigue intentando colocar el edificio al que su padre bautizó como Trianón en honor al gran teatro francés, con el que tiene más similitudes que el nombre. No sólo lo vende, sino que también está dispuesto a alquilarlo.
Las negociaciones para municipalizar el Emperador se remontan al año 87, siendo concejal de Cultura Maximino Cañón. En el 2004 la empresa Elde, propietaria del Emperador, propone al Ayuntamiento permutar el teatro por el párking de Santa Nonia, una parcela de 4.000 metros cuadrados propiedad de la Diputación, para levantar un complejo de ocio con multicines, una galería comercial, un aparcamiento subterráneo y espacios de ocio. Finalmente, en el 2008, el Ministerio de Vivienda compra el edificio por 4,7 millones de euros. El Gobierno de Zapatero quería convertir el viejo teatro en el Centro de las Artes Escénicas y de las Músicas Históricas. Por concurso, la reforma interior se adjudica al conocido arquitecto Peridis. La crisis y el cambio de Gobierno dejan aparcado el que era uno de los proyectos estrellas de Zapatero para León. Ahora, el Gobierno de Rajoy ha puesto en venta el Emperador junto a otros 15.134 edificios considerados «no prioritarios». Aunque el alcalde de León, Emilio Gutiérrez, considera que se trata únicamente de una lista de edificios sin uso actual, lo que en su opinión no significa que vayan a venderse. IU y UPL han puesto el grito en el cielo.
Los leonesistas «exigen al alcalde y a la presidenta de Diputación que defiendan los intereses de León en el prometido proyecto del Emperador. Que dejen de lado sus posturas serviles y mojigatas para no molestar en su partido, y se decidan a defender los intereses de León y de los leoneses», argumentan.