Patrocinios

Crítica de televisión Yolanda Veiga

El debate no es publicidad sí o no La cuestión es... ¿cuánta publicidad tiene TVE? Oficialmente está prohibida pero la realidad es otra. Lo llaman patrocinio, que se ha demostrado un concepto muy amplio porque en la pública casi todo es susceptible de patrocinarse: el fútbol, los concursos, Perico Delgado... Se acuerdan del caso de Perico ¿verdad? A dos días de empezar el Tour, se había quedado fuera porque en RTVE dicen que no tienen dinero para pagarle (¿tanto cobra?). Pero in extremis una gran cadena comercial puso la pasta encima de la mesa, asegurándose así una repercusión tremenda. Pensando mal no es descabellado concluir que los patrocinadores tenían decidido desde hacía tiempo invertir en Perico, pero retrasaron el anuncio hasta el último momento para multiplicar el eco. Una operación de marketing redonda.

Esta semana hemos sabido que Juan Ramón Lucas regresa en septiembre a TVE con un ‘reality’ de empresas pagado... por una gran empresa. Esta vez una entidad bancaria, que también ha logrado un eco mayúsculo.

Es más, parte de lo noticiable ahora que TVE no tiene un euro es que los programas vienen apadrinados por tal o cual firma, lo que les garantiza un hueco en los titulares y unos réditos publicitarios mayores que cuando había publicidad propiamente dicha. Porque antes te metían los anuncios entre programa y programa y no sabías muy bien si querían venderte yogures o seguros. Pero hoy, a falta de spots convencionales, el nombre de las empresas patrocinadoras se ve como si estuvieran escritos en luces de neón.

Y encima parece que hay que darles las gracias, porque si ellos no pagan, ni Perico, ni Lucas, ni nada

RTVE debería empezar a pensar que no puede vivir de que otros le paguen, que esa fórmula es pan para hoy y hambre para mañana. Y los legisladores debieran acotar un poco más el radio de acción de los patrocinios porque ya no es algo anecdótico. Es un gran negocio para las grandes empresas y para RTVE.