El nuevo órgano exhibe su voz
Los constructores del gran instrumento catedralicio celebraron ayer la ‘fiesta de la primera nota’, en la que se escuchó su sonido por primera vez y en un único compás.
Samuel Rubio procede a hacer sonar el órgano, por vez primera, ante el obispo y otros representantes de la Diócesis de León.
Es un festejo tradicional alemán —país de enorme tradición en todo lo relacionado con el mundo de los luthiers , artesanos de instrumentos en general y de órganos en particular—, y se llama la ‘fiesta de la primera nota’: cuando la construcción de un órgano ha alcanzado un estado muy avanzado y está listo para sonar, los encargados de su montaje se reúnen y extraen de él una única nota. Técnicos, miembros del Cabildo catedralicio y musicólogos se dieron cita ayer junto al nuevo órgano leonés para escuchar ese tan esperado sonido, que resultó ser un Do largo y poderoso. «Además de toda una tradición en Alemania —explicaba el organista Samuel Rubio—, constituye un buen momento para comenzar el proceso de armonización del instrumento». Así pues, la de ayer fue una fiesta de reducidas dimensiones a la que acudieron los representantes del maestro alemán Philip Klais, encargado de la construcción de este espectacular instrumento, y donde también se degustó un vino español.
El montaje del nuevo órgano catedralicio —un anhelo largamente acariciado por el templo desde hace treinta años— está practicamente concluido después de recibir el pasado 27 de junio los 4.344 tubos de los que consta, algunos de más de seis metros de longitud, cuidadosamente apilados en una treintena de cajas especiales transportadas en camiones desde Bonn, donde tiene su taller el prestigioso luthier. El nuevo órgano tiene un peso de 18 toneladas y será el mayor instrumento de estas características de toda Europa. Ocupará cuatro arcadas del templo gótico, tiene un total de cinco teclados (ayer ya pudieron verse), tres más que el actual, y 4.344 tubos. Su coste total asciende a 1.719.700 euros que pagan el Gobierno (30%), la Junta y Caja España (20% cada uno), así como Ayuntamiento, Diputación y Cabildo, que aportan cada uno un 10%.
Después de una primera fase de montaje, que comenzó el pasado mes de abril, y en la que la estructura del instrumento quedó encajada y asegurada mediante un sistema de anclajes, a partir de hoy se inicia la segunda, dedicada a la armonización. El encargado de estrenar el órgano, este mes de septiembre, será el músico francés Jean Guillou en la inauguración del Festival Internacional de Órgano Catedral de León, evento que nació hace treinta años y uno de cuyos principales objetivos fuera la construcción de un nuevo órgano en consonancia con las proporciones y relevancia de la Pulchra Leonina . Con toda probabilidad, lo hará el 21 de septiembre con una obra española del siglo XVI. Tal y como indicaba ayer Samuel Rubio, encargado de pulsar la primera nota del instrumento, Philip Klais viajará a finales del presente mes de agosto a la capital leonesa para supervisar la etapa final.
Un «privilegio»
«Es una maravilla cómo ha ido todo el proceso, sin ningún tipo de retrasos y tal y como estaba previsto», aseguraba el organista y director del festival, Samuel Rubio, quien comentó que a la cita de ayer acudieron, a modo de «privilegio», los seis organistas del equipo de Klais encargados de las obras de montaje, varios miembros del Cabildo, el obispo de la Diócesis, sacristanes y empleados de la Catedral. También recordó Rubio que aún no se ha decidido la ubicación definitiva para el viejo órgano de la Catedral. «Se había hablado de la iglesia de San Jesús Divino Obrero pero eso, por el momento, está parado», aseguró.