Diario de León

Morla hace acopio de historias

Rodrigo y Juan Castaño de Luis recopilan en un exhaustivo libro la etnografía, el entorno natural y la sociedad de este pueblo ubicado entre la Valdería y la Cabrera.

Una mujer de Morla aplica su fuerza a la ‘manjera’ del arado tirado por las vacas ‘uñidas’.

Una mujer de Morla aplica su fuerza a la ‘manjera’ del arado tirado por las vacas ‘uñidas’.

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e. gancedo | león
León

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«Por ejemplo, las Castañales del Forno se sitúan al norte del caserío, justo donde arranca el piedemonte. Las Castañales de la Bouza se aproximan considerablemente al caude del Eria, mucho más que las cercanas Castañales de la Grandiella y del Ciéu Redondo , que ocupan el fondo de una vaguada. Otros bosquetes muy próximos al pueblo reciben los nombres de Castañales de los Matiellos , de las Bimeiras , de la Cruz , de Reguero Monte , de la Llamiella o del Pontón ».

Por cualquier parte que uno abra el libro Hubo un pueblo llamado Morla se encuentra con eso: con la exactitud, con el gusto por el detalle y el dato preciso, con una información tremendamente exhaustiva en torno a las facetas que han construido la vida de esta población del suroeste leonés. La obra, que hoy a las 12.30 horas se presenta en Morla de la Valdería, está firmada por Rodrigo Castaño de Luis y su padre Juan y a lo largo de 324 páginas recorre el pasado lejano y reciente, la etnografía, la lengua y la toponimia, el entorno natural y la sociedad de esta pequeña localidad situada a orillas del río Eria. Se trata de una edición del Club Deportivo Morla, activa asociación responsable de otros libros como Conocer la provincia de León , con 50 rutas de montaña selectas, la revista digital Cosas de Morla , un cross alpino y muchas otras iniciativas culturales y deportivas.

Memoria gráfica

La obra, tal y como informa Rodrigo Castaño, incluye un total de 688 imágenes antiguas, la mayoría cedidas por los propios vecinos y de un valor etnográfico excepcional. En concreto, los capítulos que la integran se refieren al territorio y su evolución, la arquitectura, la agricultura y la ganadería tradicionales, otras labores cotidianas, ritos y celebraciones, el ocio en Morla de la Valdería y tres anexos, uno sobre el catastro de Ensenada y las respuestas generales de Morla, otro con vocablos usuales en Morla de la Valdería —donde el leonés gozó de excepcional vigor hasta hace poco tiempo, y donde aún queda mucho de esta lengua patrimonial en la toponimia y detalles del habla— y el último con la preceptiva bibliografía.

La presentación tendrá lugar en el cabildo de la ermita del Santo Cristo de la Piedad, «y al toque de campana, es decir, en el mismo lugar y con el mismo método que los antiguos concejos del pueblo», anota Rodrigo Castaño, quien hablará sobre la iniciativa acompañado por Pablo Castaño, presidente del Club Deportivo Morla de la Valdería y por la veterana antropóloga leonesa Concha Casado, autora del prólogo. El proyecto comenzó a fraguarse hace tres años y, como asegura su primer autor, la mayoría de la información procede de los mismos vecinos, aunque también se efecturaron algunas consultas al Archivo Histórico de León y al de la Chancillería de Valladolid. Rodrigo Castaño expresa bien el espíritu de este libro en estas líneas: «Su intención es recoger la mayor cantidad posible de información y de imágenes que ilustren cómo fue Morla en el pasado, pero también pretende dar un toque de atención a todas aquellas personas, administraciones e instituciones en cuya mano esté el futuro de nuestros pueblos: si han bastado unas pocas décadas para desfigurarlos y arrebatarles sus señas de identidad, ¿cuál será la situación en el futuro, cuando haya transcurrido un periodo de tiempo similar? En una provincia como León, la buena salud de los pueblos debería ser un objetivo prioritario».

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