Diario de León
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Crítica de televisión Mikel Labastida

Una buena prueba del escaso nivel político en este país lo encontramos en los debates televisivos. No me gusta a mí lo de que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero hay que reconocer que en lo que se refiere a tertulias políticas ojalá retrocediésemos siglos. Hoy sería impensable ver programas como La clave o aquellos Queremos saber de Mercedes Milá, espacios en los que tenía cabida la charla sosegada, a los que acudían expertos en cada materia y en los que se iba más allá de los análisis maniqueos.

Eso es ciencia ficción en la actualidad. Lo que ahora se lleva es el cacareo, la consigna de partido entre contertulios que lo mismo saben de ciencia que de medicina, y el aplauso rápido. Si asistimos a un coloquio sobre educación que nadie espere hallar en una mesa a profesores, estudiantes y padres. No. Estarán los de siempre pronunciando el famoso «y tú más» y el «y tú también».

Tenemos una política tan de Mama Chicho que hasta Telecinco, que no es una cadena que se distinga por su rigor informativo, la utiliza como parte de sus espectáculos. Emma García, esa presentadora que igual junta parejas por las mañanas que habla de la Diada catalana por las noches, ha sido la última en animarse a esta cháchara.

Como el magacín que ha estrenado no ha logrado demasiado éxito se han sacado de la manga una sección para enzarzarse en torno a asuntos de actualidad y, así, los sábados por la noche, Telecinco emite un contenedor en el que tan pronto se entrevista a Bisbal como se pesa a cuatro tipos sobrados de kilos, o se discute sobre las decisiones del Gobierno. Todo bien junto y revuelto. En la cadena de enfrente, La Sexta, van más de serios pero al final la discusión se reduce a «los míos son muy buenos y los tuyos muy malos». Cuánto daño hizo 59 segundos , que puso de moda en la tele la frase rápida y acabó con las explicaciones razonadas y profundas

Eso no vende. Eso dicen. Al final la televisión refleja fielmente lo que ocurre en la realidad. Y los debates en el Congreso hoy en día se parecen bastante más a los de Sálvame que a los que se generaban en la extinta La clave . Y así nos va

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