Un ‘Caníbal’ en San Sebastián
Antonio de la Torre: «El personaje es un reflejo de tipos como Bárcenas, Jesús Gil o Berlusconi».
Imagen de una de las secuencias de la película del director de cine almeriense Manuel Martín Cuenca, ‘Canibal’.
Manuel Martín Cuenca, que debuta en la Sección Oficial del Festival de Cine de San Sebastián con Caníbal , una sobria historia sobre el mal en el más estricto sentido de la palabra, asegura que «el demonio somos nosotros mismos» y que estamos rodeados de caníbales.
«El canibalismo es el gran tabú, por eso la metáfora. Imagina a un nazi que dirige un campo de exterminio, o no tan lejos, aquí mismo hay otros casos de genocidios: cómo se levanta por la mañana, se hace el desayuno y saluda a su mujer». «Si tú vieras a ese señor ajeno a la misión que él cree que tiene, estarías viendo a la persona normal que él cree que es. Cómo se pasó esa línea —se pregunta el director de La mitad de Óscar — cómo los nazis lo hicieron sin darse cuenta. Este es el caníbal de esta historia: la historia del mal de la que debemos hablar para ahuyentarlo, porque están aquí mismo».
En la película, recibida con favorables comentarios de la prensa y aplausos del público, no se ofrece ninguna pista sobre la única verdad que conoce el espectador antes de sentarse: que su protagonista come carne humana. «La reflexión que hicimos, y todos estuvimos de acuerdo, fue intentar no hacer psicologismo y tratar de no explicar la presencia del mal. Para mí —añade— es la historia de amor de un demonio. Como el ángel caído traiciona a Dios, y nadie se explica por qué», aquí tampoco, apunta. Ese «demonio» es un sastre de provincias al que da vida Antonio de la Torre en el «papel más difícil de su carrera», que trabajó a este psicópata «sin juzgar ni analizar a un asesino», sino tratando de entender el deseo del personaje y «su dificultad para empatizar», las dos claves de quién es.
El mejor actor
¿Es Antonio de la Torre el mejor actor ahora mismo del cine español? Caníbal vendría a avalarlo sin olvidar que el malagueño tiene en los cines La gran familia española . El cuarto largometraje de Manuel Martín Cuenca provocó ayer división de opiniones en San Sebastián. Para unos es un depurado ejercicio de estilo; para otros una gélida muestra de cine de autor sin ninguna concesión al espectador. Eso sí, todos coinciden: su protagonista es, desde ahora, el más firme candidato al premio de interpretación.
De su personaje dice que «es un reflejo de tipos como Bárcenas, o Jesús Gil, o Berlusconi, que te lo imaginas cariñoso pero es un ser mezquino. Personajes despreciables que han conseguido mantener un estatus hasta que se mueren».
