Miró, en los altares
La catedral de Burgos acoge las obras más maduras del artista.
Imagen de una de las obras de Miró que se pueden admirar en la catedral de Burgos.
Catorce pinturas y dieciséis esculturas realizadas por Joan Miró en sus últimos veinte años de vida muestran la etapa más madura del artista catalán, en una exposición que inauguró ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, en la catedral de Burgos.
La exposición, organizada por la Fundación Silos y el Centro de Arte Reina Sofía, podrá verse en Burgos hasta el 8 de enero y se trasladará después a Estados Unidos, donde permanecerá durante 2014 en un recorrido por varios museos.
La comisaria de la muestra, Carmen Fernández, ha explicado que han un tardado año y medio en elaborar un trabajo que muestra varias obras que pertenecen a los fondos del Centro de Arte Reina Sofía, del que ella es conservadora y que no siempre pueden verse en público por falta de espacio. La muestra, titulada Miró último (1963-1983): La experiencia de mirar, ofrece una panorámica de la última etapa del artista catalán en la que decidió «revisarse a sí mismo» y añadir nuevos aspectos a su obra, tanto pictórica como escultórica. La comisaria de la exposición ha precisado que han buscado una sala que realza la obra de Miró y permite ver casi a un tiempo la pintura y la escultura, para comprender que «hay un universo lleno de madurez y con un lenguaje único y muy poético, cargado de simbolismo». Fernández ha explicado que en la exposición se proyectará también un documental rodado en 1969 por Pere Portabella en el que se ve a Joan Miró mientras pinta un mural en la sede del Colegio de Arquitectos de Barcelona y, después, cómo el mismo artista lo destroza.
La exposición se ha montado en Burgos con un coste de 300.000 euros, que han sido sufragados en un 60% Caixa Bank; un 30%. la Junta de Castilla y León; y 10%, el ayuntamiento.