Oliver Stone

Escondida en ese batiburrillo de programas que es La 2, se está poniendo una admirable serie documental. Heterodoxa pero admirable: La historia no contada de Estados Unidos . La firma el iconoclasta Oliver Stone, el director de Platoon o JFK que junto a su preocupación por contar desde diversos ángulos los acontecimientos vividos por Estados Unidos a lo largo del siglo XX (y de lo que llevamos del XXI), se ha caracterizado por meter el dedo en el ojo a la Administración de su país, da igual que sea demócrata o republicana. No hay más que recordar dos de sus más celebrados documentales, las entrevistas que hizo a Fidel Castro y al desaparecido Hugo Chávez, dos de las bestias negras estadounidenses.

La historia no contada de Estados Unidos no decepciona. Escrita y narrada por el propio Stone son 12 episodios de una hora de duración cada uno, que La 2 emite de forma continuada, uno por día, sin alargar la emisión a poner uno por semana, según criterios nunca contrastados como eficaces, que los programadores suelen utilizar continuamente.

La serie repasa la historia estadounidense del último siglo, centrándose en una sucesión de acontecimientos de los que nunca se informó en su momento, pero que fueron decisivos en el devenir de la política americana. En ella se desvelan hechos hasta ahora desconocidos, pero contrastados y documentados históricamente, sobre la guerra fría, la crisis de los misiles de Cuba o la permanente injerencia de la administración norteamericana en Oriente Medio o América Latina. Stone no se calla y muestra como de aquellos polvos vienen estos lodos, como la mayor parte de los males que hay hoy en el mundo son la consecuencia de las políticas exteriores estadounidenses de los 50 y 60 (la serie llega esta semana a los 70). La serie ha sido uno de los acontecimientos del pasado Festival de San Sebastián en el que el propio Oliver Stone estuvo presente presentando dos episodios por día ante un público cómplice deseoso de saber más. Siempre se ha dicho que para contar la historia se necesita una perspectiva de años.

El tiempo acaba por sacar a la luz aspectos históricos que habían permanecido ocultos. El valor de la serie de Stone es que es la primera que desvela muchas cosas. La visión será heterodoxa, pero absolutamente necesaria.