Diario de León

El Musac dará sermones en vez de arte

El museo abre la exposición ‘Conferencia performativa’, que incluye quince ‘performances’ este fin de semana .

Un detalle de la obra del asturiano Paco Cao.

Un detalle de la obra del asturiano Paco Cao.

León

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Aunque el título de la nueva exposición del Musac, Conferencia performativa, puede disuadir al público, el director del museo, Manuel Olveira, defendió ayer que no se trata de charlas aburridas, sino «teatralizadas». «No son conferencias pasivas», aclaró. El conferenciante no se limita a largar un discurso. Un ejemplo: el artista Javier Peñafiel ensayaba ayer ‘descolocar’ fotos sobre una mesa. Otra conferencia versará sobre coctelería y se impartirá en la cafetería del museo.

El peor juez de la exposición que abre al público el viernes y será gratuita hasta el domingo —en un largo ‘puente inaugural’ que permite contemplar las obras de forma gratuita—, fue el subdelegado del gobierno, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que pensó que un patio donde se exponen restos de una fiesta, obra de Elmgreen and Dragset, formaba parte del plan de ahorro en limpieza del Musac. También el subdelegado localizó una errata en un cartel que anuncia una «preformance».

La consejera de Cultura, Alicia García, que visitó ayer la exposición, trató de ensalzar al nuevo director del museo, tras su polémico ‘aterrizaje’ en el centro de arte contemporáneo. García elogió la rapidez con la que se ha montado esta exposición y cómo Olveira ha sabido «rentabilizar recursos». Claro que el director dispondrá el próximo año de 320.000 euros extra; 4,9 millones en el 2014, tal y como consta en los presupuestos de la Fundación Siglo.

Conferencia performativa , que incluye charlas ‘en directo’, una web para seguirlas, actividades complementarias y obras de diez artistas, es «algo novedoso», según Olveira, quien, a continuación, confesó que el artista norteamericano John Cage ya lo había ‘inventado’ en 1949. La conferencia performativa o dramatizada es un subgénero de la performance, un formato artístico que está recuperando la fuerza que tuvo en los sesenta, explicó Olveira.

La exposición se articula en torno a dos ideas: cómo crear plataformas para propiciar que las personas se reúnan y de qué se puede hablar. Una obra que sintetiza estos conceptos es Caravan, de Rikrit Tiravanija, procedente de los fondos del Musac, que consiste en un gran cajón de madera, que simula una caravana, en la que hay una cocina en la que cualquiera puede guisar (si lleva la comida) y fregar los platos. En algunas salas, como una pensada para actividades didácticas dirigidas a niños, hay un pabellón de diez metros de altura, que Terence Gower construyó a partir de restos de otras obras de arte. También se ha rescatado la jaima tejida con fajas, sujetadores y otras prendas donadas por los leoneses y expuesta hace dos años en el vestíbulo del museo.

La obra más llamativa de la nueva temporada es, quizá, la del asturiano afincado en Nueva York Paco Cao, quien ha donado al Musac Venenum Saltationes, un facsímil falso a partir del cual construye la exposición, en la que hay calaveras, floretes, un frac y ropa indígena, junto a un vídeo titulado El veneno del baile, con imágenes de Michael Jackson, que ha sido una pesadilla conseguir, por los derechos de autor —según Olveira—.

La italiana Chiara Fumai, cuya trayectoria está vinculada al feminismo radical, ofrecerá una conferencia performativa cargada de ironía, basada en la primera campaña política de Berlusconi, al tiempo que expone una obra cuyo mensaje es la destrucción del macho.

Del viernes al domingo el Musac acogerá quince conferencias performativas a cargo de Fia Bakström, Erick Beltrán, Black Tulip, Erick Bünger, Paco Cao, Chiara Fumai, Alistair Gentry, Javier Peñafiel, Francisco Ruiz de Infante, Ricarto Valentim e Isidoro Valcarel Medina.

Cuando faltan dos meses para concluir el año, el Musac únicamente ha recibido 17.272 visitantes, una cifra a la que le falta un dígito para aproximarse a los buenos tiempos del museo.

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