Torres y Reyes
Crítica de televisión | boquerini
Parece que va de ajedrez, pero no, va de nuevas tendencias, nuevas tecnologías y nuevas generaciones. Torres y Reyes, título del programa de la noche de los jueves en La 2, se refiere a sus conductores, Mara Torres y Joaquín Reyes. Ella viene de los informativos, de La 2 Noticias; él, del humor más surrealista. Fue guionista de La hora Chanante, de Muchachada Nui de Museo Coconut, le hemos visto como monologuista de El club de la comedia, y acaba de publicar un libro, Realidad de la piedra, con chistes en torno a las piedras. Juntos forman una pareja perfecta. Ella intenta poner cordura, él lo subvierte todo. Este jueves Torres y Reyes, que se hace en directo y con público, cumplió un mes. «Hemos durado más de lo que yo esperaba y ni siquiera la gente nos puede quitar el programa, ve el programa», sentenció Reyes. El programa es un batiburrillo en el que cabe casi todo, con tal que sean temas próximos a los jóvenes más inquietos, mas ‘indignados’, para entendernos. Hace una semana entrevistaban a una directora de cine porno, ésta a Carlos Barrabés, montañista y pionero del comercio electrónico. Christian Feller, que ha desarrollado el concepto de ‘bien común’ dio una ‘masterclass’ (no se asusten, no duró más de cinco minutos), y como tertuliana contaron con Rosa María Calaf, que develó muchos de los problemas de Internet en China. Estos programas que tocan muchos temas de forma concentrada tienen la cualidad de que si a un espectador no conecta con un determinado tema, sabe que sí que lo va a hacer con el siguiente. Este jueves se habló, y mucho, de Internet (que con ‘Dios’ es la única palabra que no lleva artículo’, Calf dixit), de redes sociales, de ‘stop motion’, de innovación.
Lo bueno del programa es que tiene perfectamente asumido a qué publico se dirige, algo de los que deberían aprender muchos otros espacios. Y todo con la sonrisa, el humor y la ironía muy presentes. Una ‘rara avis’ en la televisión que buscan audiencias masivas a cualquier precio, aunque sea hasta degradando contenidos (pasa hasta en los telediarios). Ojalá el programa tenga una vida larga y brillante. Se lo merece. Y un guiño a los espectadores avezados: también aquí aparece Enjuto Mojamuto. No digo más.