Diario de León

Muere Amparo Rivelles, una de las grandes damas del cine y el teatro

. Hija y hermana de actores, fue la primera actriz en recibir un Goya por ‘Hay que deshacer la casa’ .

La actriz Amparo Rivelles, en una imagen de archivo.

La actriz Amparo Rivelles, en una imagen de archivo.

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d. roldán | (colpisa) madrid

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Era la última de una estirpe de actores y actrices que patearon los escenarios españoles y los más importantes al otro lado del charco. No dedicarse, pues, a la interpretación era una osadía que María Amparo Rivelles y Ladrón de Guevara no quiso plantearse. Solo tenía claro que quería seguir los pasos de su padre Rafael y su madre María Fernanda, dos de los grandes intérpretes de comienzo de siglo. Y sus pasos los continúo el hermano pequeño de la saga, Carlos Larrañaga, hermano por parte de madre. El galán del cine español falleció a finales de agosto del año pasado. Ayer, a los 88 años falleció en Madrid, la ciudad que la vio nacer un 11 de febrero de 1925.

Rivelles comenzó a trabajar nada más entrar en la adolescencia. Con 13 años se enrola en la compañía teatral de su madre y sin cumplir los 15 ya debuta en el cine con ‘Mari Juana’ bajo las órdenes de Armando Vidal. Fue el momento de su despegue interpretativo, que le valió un contrato en exclusiva con la productora Cifesa. Durante la siguiente década, su belleza y su dicción aparecen en casi una veintena de títulos. Todas ellas se convirtieron en un éxito de taquilla que la lanzaron al estrellato y le permitieron rodar a las órdenes de Orson Welles

Rivelles trabajó en la versión española de ‘Mr. Arkadin’, una película que el genio de ‘Ciudadano Kane’ calificó como «el mayor desastre» de su vida. Se estrenó por primera vez en España en 1955, pero tardó más de siete años en estrenarse en Estados Unidos.

Tras estos proyectos, Rivelles decidió dar una vuelta a su carrera y cruzar el charco para trabajar en unos cuantos proyectos. Un plan de vida que se alargó durante más de dos décadas.

A su regreso a España, a finales de los setenta volvió a la televisión con su hermano Carlos en ‘Los gozos y la sombras’ (1982); al teatro con ‘El caso de la mujer asesinadita’, que le valió el premio Miguel Mihura (1982). Junto a Lola Cardona protagonizó ‘Hay que deshacer la casa’ de Sebastián Junyent con gran éxito en el teatro. También protagonizó la versión en el cine de José Luis García Sánchez, lo que le valió el primer Goya a una actriz. Por otro lado recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1990), el Premio Nacional de Teatro (1996) y la Medalla de Oro al mérito del Círculo de Escritores Cinematográficos (2006). Se dio el gustazo de representar junto a Nuria Espert ‘La Celestina’, bajo la dirección de Adolfo Marsillach, para celebrar sus bodas de oro en 1988. En 2006, tras ‘La duda’, decidió dejarlo.

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