¡Hoka Hey!

Tal día como hoy nació Caballo Loco, jefe de los Siux y defensor de su pueblo allá por el siglo XIX. No es casualidad que lo rescate en estos días de presagios locos y advenimientos tormentosos. Porque nos preparan para un buen 2014, señores. Nos preparan con la alegría del que reparte huesos de jamón, harto ya de zampar lo suyo.

Caballo Loco fue un gobernante que luchó y murió por su pueblo; una locura imaginar tales méritos en un país como el nuestro o en una época como la que gastamos. Caballo Loco y su locura ética, un soñador con escrúpulos que asumía que su liderazgo era para dar libertad a su pueblo.

Nuestro sueño pasa por otros tránsitos... otras vicisitudes. La locura de nuestros dirigentes es otra; Nuestra educación se desploma. No hay mayor índice en Europa de parados con títulos universitarios. En Francia prohíben las prácticas no remuneradas en empresas para dignificar el trabajo y en España se plantea como solución una nueva vuelta de tuerca a la reforma laboral. Una que vincule el despido «gratis» durante el primer año, una que fomente los contratos parciales (tenemos contratos a tiempo completo por menos de 800 euros al mes, así que me imagino la felicidad de un ciudadano al salir del paro para mantener a su familia con 400 euros).

Nos dicen los técnicos del Ministerio de Hacienda (en letra muy pequeñita, no se vaya a leer y exponer demasiado) que en España aumenta sustancialmente la desigualdad entre ricos y pobres. Y mientras, nos tenemos que contentar con grandes eslóganes (que cuestan millones de euros) donde auguran que no subirán más el IVA (no se habla de la atrocidad cultural que ha supuesto –y supone- este impuesto para las más de dos mil empresas culturales que han tenido que cerrar y sus más de veinte mil trabajadores que han aumentado las listas del paro) o que bajarán el IRPF (ese que acababan de subir). Es lo de siempre: Bruselas pide a favor de los mercados y el gobierno español acata en detrimento de sus ciudadanos.

Sin duda, este es un país de locos, pero sin dirigentes que emulen el empeño del Gran Jefe Siux. Un país donde los sindicatos de trabajadores se han dedicado al menudeo y al vergonzoso escarnio del bien común. Donde ya no responden como deben a la masacre que se vive de los derechos sociales y cívicos. «Lo que eres me distrae de lo que dices» decía Pedro Salinas, otro de los nuestros que falleció tal día como hoy. Pero mientras, Los estudiantes han de devolver sus becas, los desahuciados siguen sin casa y el trabajo es un bien tan sólo para unos pocos. Mañana nos quitarán el derecho a hablar (Ley de seguridad ciudadana) y pasado el suelo que pisamos.

«Nadie vende la tierra sobre la que caminamos» decía Caballo Loco. Y con ello se refería a toda la tradición que sustentaba el bien común de su pueblo. Él lo defendió hasta el final. Tal vez haga falta pronunciarse con más autoridad, asumiendo que no es necesario esperar el declive total para iniciar la acción. A veces uno se plantea si es necesario el grito que da título a esta columna.