Te lleva la corriente... del Torío
Las librerías Universitaria e Iguazú sacan a la luz ‘La oca de León’, tablero ilustrado por Juan Carlos Ponga que permite a los jugadores recorrer y conocer mejor la ciudad.
Los puentes son los de Puente Castro, sobre el Torío, y San Marcos y ‘de los leones’, sobre el Bernesga. El pozo no es otro que el del claustro del Palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación. La cárcel, en este caso, se representa con la cárcel vieja o ‘castillo’ de la ciudad. El laberinto es un plano de la antigua judería leonesa, y la muerte, una estremecedora representación de ésta esculpida en una ménsula de la Catedral y que data del siglo XV. Hablamos de La oca de León , un curioso tablero en el que las casillas de este antiquísimo juego europeo están singularizadas con monumentos, calles y rincones de la capital leonesa gracias al cual los jugadores, al tiempo que se divierten, conocen mejor la ciudad al recorrerla siguiendo en gran medida ese Camino de Santiago que la atraviesa de parte a parte.
He ahí el objetivo principal que tenían en mente sus artífices a la hora de sacar al mercado esta leonesizada versión del juego de mesa, las librerías Universitaria e Iguazú, donde puede adquirirse, desde hoy, al precio de 10 euros. Héctor Escobar, responsable de la primera, explicó con humor que, «si no se venden libros, fabricaremos juegos de la oca, o lo que haga falta» y, más en serio, aseguró que en estos tiempos de pesimismo y desánimo, repletos de noticias negativas, «estamos empeñados en hacer cosas que arranquen sonrisas a la gente, proyectos originales, interesantes y atrayentes». Escobar consideró que la idea fue también crear «una guía diferente» para conocer mejor una ciudad «que resulta muy paseable». Además, alabó la labor del creador de los dibujos, el investigador y experto en urbanismo Juan Carlos Ponga, quien ha reproducido con gran detalle y minuciosidad nada menos que 63 espacios leoneses, cada uno acompañado por su preceptiva descripción.
Y otra clave de este tablero plegable es el recuerdo de León como cuna del parlamentarismo, tal y como lo declaró la Unesco, y así, la contraportada está dedicada a las primeras Cortes de Europa, las de León de 1188, con un texto obra del joven escritor Diego Asensio, autor del libro El reino de los cuatro poderes y una ilustración del claustro de la Real Colegiata de San Isidoro, donde se reunió aquella histórica curia convocada por el joven rey leonés Alfonso IX.
Por su parte, el artífice de los dibujos detalló que el orden sigue, pero no siempre, el marcado por la Ruta Jacobea. «El jugador accede a León por el Portillo, sí, pero después he tenido que ceñirme a las casillas clásicas de la oca, como la cárcel o la muerte», comentó, e indicó, a modo de ejemplo, que la posada en este tablero es el magnífico Hostal de San Marcos, y que, en cuanto a los dados, uno está claro, la célebre Virgen del Dado, «el otro lo concreté en el Locus Appellationis de la Catedral, porque muchas veces la justicia es también una lotería».
Edificios perdidos
Ponga, gran conocedor de los edificios existentes y desaparecidos de la ciudad, ha incluido dos muestras arquitectónicas que fueron víctimas de la piqueta en fechas recientes: la casa de la calle Trastámara —era una de las más antiguas de León—, «prometieron reconstruirla, pero yo personalmente creo que no se volverá a recuperar», opinó; y el conjunto de casas soportaladas de Santa Ana, excepcional rincón de sabor rural destruido en los años ochenta. Palacios, plazas, calles, torres y fuentes pueblan también este juego que gira a unas ocas encarnadas en las iglesias y templos leoneses. Juan Carlos Ponga empleó más de un mes en dibujar y colorear con acuarela todos estos rincones que resumen «lo más significativo de León».
Y ahora, a jugar.