Agua crujiente para el Musac
El museo abre nueva temporada expositiva con los fondos donados por A Ua Crag.
El exdirector del Musac Agustín Pérez Rubio con siete de los artistas de A Ua Crag cuando donaron su colección.
No hay nada más serio que el sentido el humor. Quizá por ello, doce artistas de Aranda de Duero, que llegarían a crear uno de los colectivos artísticos más importantes de los ochenta, decidieron adoptar el divertido nombre de A Ua Crag, onomatopeya de ‘agua crujiente’.
En 2011 los miembros de este extinto colectivo decidían donar al Musac su vasto fondo documental, compuesto por más de 6.500 soportes fotográficos.
El próximo sábado el centro de arte contemporáneo saca a la luz este legado en una exposición con la que abre la nueva temporada. Se trata del único fondo documental que por ahora custodia el museo leonés.
Durante el tiempo en que Javier Ayarza, Miquel Cid, Rufo Criado, María Jesús de la Puente, Rafael Lamata, Alejandro Martínez Parra, Jesús Max, Pepe Ortega, Clemente Rodero, Néstor Sanmiguel, Ramón Valladolid y Julián Valle permanecieron unidos, gestaron una actividad creativa que se ganó el respeto de artistas e instituciones europeas. La aventura de A Ua Crag duró entre 1985 y 1996, fecha en la que se desarrolla la última actividad del grupo, A l’autre côte (en colaboración con los artistas de Inter-Le Lieu en Quebec).
A Ua Crag supuso, según explica la web del Musac, «una experiencia pionera en la Comunidad, tanto en el desarrollo de una actividad artística autogestionada, como en la concepción del arte como una experiencia que traspasa los límites del espacio expositivo pasando a la acción social».
Los fondos que donaron al Musac incluyen todos los documentos generados por A Ua Crag desde su creación hasta su disolución, documentación relativa a dos exposiciones que, sin haberse formalizado como colectivo, ya realizaron en el año 1983, así como documentación posterior al año 1995 relativa a la exposición Círculos de espuma, en la Casa de Cultura de Aranda de Duero, en 2001, y a la retrospectiva A Ua Crag — Agua Crujiente—, en el Museo Patio Herreriano en 2005.
La temporada del Musac arranca el sábado con otra propuesta colectiva: Del mapa al territorio, que pretende dar visibilidad y voz a los proyectos, colectivos y espacios independientes de Castilla y León, sin los cuales es imposible comprender la producción artística de un territorio, en ese caso, de la comunidad autónoma.
Y los estrenos del Musac se cierran con Una pausa para reflexionar. Becas de producción, gestión y creación en el Musac. Este proyecto trata de mostrar el trabajo realizado por los artistas que desde 2003 han sido becados por el museo. El Laboratorio 987, la sala más experimental del museo, reunirá las producciones auspiciadas por estas becas de creación en los diez últimos años.
Para esta nueva temporada el museo que dirige Manuel Olveira ha recurrido a su ‘fondo de armario’, a pesar de que el presupuesto del museo para este ejercicio es ligeramente superior y de que la Consejería de Cultura aprobó una partida extra de 70.000 euros para la adquisición de nuevas obras con las que incrementar la colección del centro de arte contemporáneo, a expensas de crear primero el Comité Artístico, que dimitió en bloque junto a la anterior directora del museo por desavenencias con la Junta.