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Miguel Ángel Revilla economista, escritor y ex presidente de cantabria

«Bárcenas va a pagar el pato. A los peces gordos los salva Gallardón»

No rehúye las preguntas, como otros políticos. Directo, sencillo y con un discurso que ataca a los poderosos, el expresidente de Cantabria, economista, y exbanquero es ahora un escritor de éxito. Hoy presenta en León (a las 19.00 horas en la planta baja de El Corte Inglés) su segundo libro, ‘La jungla de los listos’, donde tira a Merkel de la oreja y apunta hacia los verdaderos causantes de la crisis.

Miguel Ángel Revilla presenta esta tarde en El Corte Inglés su segundo libro, ‘La jungla de los listos’, que se ha convertido ya en un ‘best seller’.

León

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—¿El capitalismo ha dado paso a la rapiña?

—Sí, la desregularización que ha traído la globalización mundial hace que campen a sus anchas capitales de paraísos fiscales que propician el hundimiento de países. Hemos pasado de una economía real a una economía virtual. El 30% del dinero está oculto en paraísos fiscales. Los grandes poderes financieros han decidido tener una mano de obra más barata, comprar más barato y vender caro. Los ricos son ahora inmensamente más ricos. Esto es una jungla de listos.

—¿El pueblo aguanta todo lo que le echen?

—¡Cuidado! Aguanta muchísimo, porque este es un país muy sufridor, que ha pasado durante siglos por muchas hambres y guerras. Pero ¿qué ha quedado de la España de hace cinco años? Del 5% de pobreza que había entonces se ha pasado al 30%. Eso es una bomba de relojería. Gamonal ha sido una válvula de escape. Hay 3,5 millones de personas que no cobran nada, otros nueve millones de pensionistas y seis millones de parados. Han dejado un país devastado.

—¿España es un polvorín social y sólo falta que alguien encienda la mecha?

—No, si se toman medidas. Por supuesto la crisis ya no va a machacar más. Los cien más ricos del mundo han incrementado en el último año su fortuna en un 27% y tienen 1,5 veces el PIB de España. Estos van a hacer la digestión del atracón que se han pegado. Si el gobierno español no se da cuenta de que hay que hacer una política monetaria expansiva para generar empleo esto se puede convertir en una situación insostenible.

—¿Por qué en España no hay políticos como Mújica, el presidente de Uruguay?

—No tampoco soy una persona que pertenezca a esa casta de políticos metidos en una urna. Hay que decirles a los políticos que hablen con la gente. Los cargos son una coyuntura. Yo nunca he ido en coche oficial, sino en mi cochuco. Pero ya se sabe, le pones a un tío una gorra y un galón y se transforma. La política está necesitada de gente con vocación. A la política no se puede venir a ganar dinero. Yo dejé la dirección de un banco por nada y me tuve que ir a vivir con mis padres. No se puede entender la política como una profesión. A mí, las mayores satisfacciones de mi vida me las ha dado la política. Pero hay una cosa peligrosísima en política: que no hayas hecho otra cosa, que no tengas otro trabajo.

—¿Cómo ha visto la visita de Rajoy a Obama?

—Es positivo para España. Es la foto que todo el mundo quiere hacerse. Pero el toro lo tiene aquí. A este hombre le veo en el burladero. A la crisis económica se suma el descrédito de la política fiscal, de la justicia... Y el toro más importante es el tema catalán. Esto no se puede dejar pasar. Rajoy está a la defensiva, es proclive a dejar que las cosas pasen, pero esto no es un temporal.

—¿La monarquía tiene los días contados?

—Si no cambia... La Casa Real no se ha dado cuenta de que aquí no hay monárquicos, salvo Ansón. Aceptar la monarquía supone tragar al hijo, al nieto... La monarquía será aceptada si la gente ve que es positiva. El rey hizo un grandísimo trabajo en la transición y en el 23-F, pero en los últimos tiempos está dando tumbos. Si se rodea de pelotas, mal vamos. Hay encuestas en las que ya están por debajo del 50% de aceptación. Un demócrata no puede aceptar la inmunidad, ni la sucesión perenne. Ahora no se toleran faltas de ejemplaridad. Si los ciudadanos se dan cuenta de que estas personas tienen un trato distinto al resto de ciudadanos, tienen los días contados.

—’La jungla de los listos’ es su segundo libro en dos años, ¿tiene mucho que contar o le ayuda ‘un negro’?

—Lo he escrito a boli. Hago hasta la letra de la portada y no consiento que me quiten nada. No admito ni correctores. He escrito mi libro a pilot; de la primera a la última línea es mío. Escribo como hablo y nadie ha hecho un desmentido ni he tenido una querella. Su finalidad es abrir los ojos. Me queda un tercero.

—¿Y ya tiene título?

—Todavía, no. No empezaré a escribirlo hasta dentro de un año. No quiero agobiar. El último informe de Intermón dice que se gobierna para las élites; algo que ya he dicho yo hace tiempo. Yo doy datos con nombres y apellidos.

—¿Bárcenas es el chivo expiatorio del PP?

—Sí, es un mindundi. Va a pagar el pato, como Urdangarín pagará el pato de la infanta. Son secundarios. Uno que estaba por encima, el banquero Blesa, en cuanto le fueron a meter mano, mira dónde está y dónde está el juez. A Bárcenas le caerá la garlopa. Las amistades de Blesa son del máximo nivel. Los peces gordos, con eso de que recurren al Supremo, luego al Constitucional y luego piden un indulto, acaban en manos de Gallardón y se salvan. Hay un 10% de depredadores genéticos. Yo no soy del PP ni del PSOE, soy un ciudadano que no he robado en mi vida. Me meto en charcos porque me atañe todo lo de mi país. Quiero que mis nietos no pasen las penurias de mis abuelos. Sería un cobarde si me callo.

—Se habla mucho de la crisis económica, pero ¿no es más grave la política?

—Es lo más gordo. Quienes tienen que arreglar la cosa tienen un descrédito enorme. En los pueblos pequeños, cuando había litigios, íbamos a ver al hombre bueno del pueblo. Ahora haría falta un hombre bueno para que los ciudadanos empiecen a creer en los políticos.

—¿Que piensa de las primarias del PSOE?

—No me meto. Mejor que nada; pero primero que cambien la ley electoral. Tengo un trauma conmigo mismo. No me puede votar un señor de León o de Melilla para presidente, porque aquí no se vota al presidente del gobierno, la gente vota diputados, no al presidente como en Estados Unidos o en Francia. Yo defiendo un hombre, un voto. Necesitamos listas abiertas y una circunscripción electoral única ¿Por qué Revilla no puede tener un cartel para presidente como Rajoy? Lo que no entiende la gente, no está bien.

—¿Atisba algún brote verde?

—Mariano Rajoy sólo puede rebelarse ante esa señora que adora. Es necesario un plan expansivo para inversiones productivas. Las energías renovables son el futuro y en España siguen apostando por el petróleo. Cameron se sale de la norma de Merkel. Los ingleses fueron más listos, entraron en Europa y se quedaron con la libra.

—Ha dicho que la crisis la provocaron los ricos para hacer buenos negocios...

—¡Ahí están los datos! Han depauperado al 60% de la población. Están comprando las empresas a un tercio de lo que valían hace cinco años e inmuebles a mitad de precio. Solo confío en una persona: el papa. Tendría la obligación de salir al balcón y decir que esto se acabó, que es injusto. Esta economía de piratas no es tolerable. No podemos consentir que haya mil millones de hambrientos.

—¿Quedará algo del Estado del Bienestar?

—Lo han dejado chafado. Hay tres colectivos intocables: los niños, que tienen que ir alimentados a la escuela y tener libros; los jubilados; y las personas dependientes, que las están dejando tiradas. Hasta al león enfermo le llevan comida los demás.

—¿Asistimos al desmantelamiento de la clase media?

—Cuando empezó la crisis, el 60% de la población de este país era clase media, un 18% era clase baja y el resto, clase alta. Un 20% de la clase media ha pasado a la pobre en cinco años. Es una España distinta, eso se ve.

—¿Los políticos le tienen envidia porque barre en las redes sociales?

—No lo sé. Estoy sorprendido de lo que me pasa, con más de 400.000 seguidores en Facebook. Si soy noticia es que España anda mal. No robo, soy normal y se me entiende. ¡Vaya tres noticias!

—La reforma educativa parece culpa de Wert; la nueva ley del aborto, de Gallardón; y la ley de seguridad, del ministro del Interior.... ¿y Rajoy no forma parte del Gobierno?

—Rajoy es un poco pasota. Hasta Zapatero era un genio cuando todo iba bien. En una situación de estancamiento y de desmembramiento de España se necesita un gladiador con las ideas claras y que dé ejemplo desde casa, pero si amparan al chorizo y hablan pensando que quienes les escuchan son idiotas...

—¿Cómo es posible que el PP siga liderando las encuestas?

—Porque no hay oposición al otro lado.

—¿Es normal que los obispos le dicten a Gallardón la ley del aborto?

—La iglesia debe dedicarse a lo suyo. No estamos en un Estado confesional. Nadie se acordaba del aborto, no había por qué tocar la ley. ¿Por qué se interviene en las decisiones de las mujeres? Parece que las mujeres quieran cargarse a los hijos. Me parece un error haber desenterrado esta cuestión. Creo que había que dejarlo como estaba.

—¿Volvemos a una España rancia de orden y catecismo?

—No lo soportaría la gente, no lo van a conseguir. Como ese arzobispo que habla de que la homosexualidad tiene cura... El papa tiene mucho trabajo. Espero que le dejen vivir lo suficiente.

—¿Sólo los tontos y los pobres van a la cárcel?

—En Santoña hay 800 presos. Les pregunté por qué estaban allí y nadie estaba por haber trincado mucho. Qué fue de los de Afinsa, Forum Filatélico, las preferentes, las quiebras de los ‘Albertos’, que estaban condenados por el Supremo y luego les llegó el indulto... Es desmoralizante para los ciudadanos. La Fiscalía está al servicio del gobierno.

—¿Su mujer viene con usted en esta ‘gira’ de presentación del libro?

—Mi mujer no va conmigo a ninguna ciudad, excepto a León. Cuando vengo a León siempre viene. Ella es berciana y la verdad es que El Bierzo en otoño es un cuadro de Van Gogh.