Así hablaba la ‘Pulchra’

Cualquier visitante percibe, al entrar en el principal templo leonés, que la Catedral tiene su propia música, y no es algo que tenga que ver con el órgano o con los cantos litúrgicos que en ese momento suenen entre las naves. La sutileza de los arcos ojivales, la colorista ligereza de las vidrieras, el armazón de los arbotantes... todo ello constituye un paisaje armónico que además de visual resulta también sonoro. Y eso es precisamente lo que consigue La Catedral de cristal , el oratorio que con libreto del columnista del Diario Pedro G. Trapiello y música del polifacético creador Igor Escudero se estrenó ayer en el Auditorio Ciudad de León: convertir en música audible y disfrutable ese gran prodigio arquitectónico que es la Pulchra .

Resultó una obra de enorme fuerza y capacidad de sugestión, donde las formidables voces de Ignacio Encinas y Marta Arce se hermanaron a la perfección con la Sinfónica Odón Alonso y el coro Ángel Barja: una ‘hacendera’ leonesa y musical, inédita hasta la fecha. Mozárabe, gregoriano, polifonía renacentista, orquestación y hasta giros de blues y jazz contaron de forma soberbia a un público maravillado la asombrosa historia de la construcción de la Catedral, o lo que es lo mismo, la historia del ascenso y caída de León, de su gloria y ensimismamiento.