Andrew Garfield actor
«Ver tu cara en un gran cartel intoxica y seduce»
Paciente, pasito a pasito, Garfield ha ido tejiendo una segura red gracias no sólo al personaje de Spiderman, sino a películas como ‘El imaginario del Doctor Parnassus’, ‘Never let me go’ o ‘La red social’. Junto a su novia, la actriz Emma Stone, comparte protagonismo en la nueva entrega del superhéroe araña.
Con el director Marc Webb tras las cámaras y Jaime Foxx como villano en el papel de Electro, The Amazing Spider-Man 2, que llega hoy a los cines españoles, tiene el reto de superar los 752 millones de dólares que lograron con la primera entrega. «Cuando me pongo el traje de Spiderman siento que podemos conseguirlo. Nada me libera tanto como vestirme de SpiderMan», asegura con sinceridad Garfield.
—¿Dónde se encuentra Peter Parker en estos momentos?
—Peter está tratando de entender el poder que tiene siendo Spiderman, la responsabilidad que eso conlleva. Ha encontrado una razón para vivir, pero al mismo tiempo su vida personal se ve afectada porque no puede mantenerla al mismo nivel que su vida profesional. Se enfrenta a la lucha interna de un héroe que claramente tiene que sacrificar sus deseos, sus necesidades personales por el bien de los demás
—Vemos a un Spiderman mucho más fuerte.
—Ahora mismo disfruta con su poder. Ha dejado de pensar y se encuentra en una situación muy cómoda
—¿Se ha vuelto arrogante?
—Sí, absolutamente. Creo que su anonimato le ha forzado a convertirse en alguien arrogante, pero de una forma honesta. Es arrogante al estilo Bugs Bunny.
—¿Cuánto se exige físicamente para interpretar a Spiderman?
—Todo. Es realmente difícil mantener la preparación física, porque exige una dedicación real, es un trabajo a tiempo completo. Hay que mantenerlo día tras día. El ejercicio físico y la dieta se volvieron parte de mi rutina durante el rodaje, pero cuando no ruedo vuelvo a ser yo.
—¿Le ha sorprendido su dedicación?
—No, ya sabía que a mí me va el trabajo duro. Es algo natural en mí exigirme y darme al máximo en lo que hago.
—¿Está nervioso ante lo que se avecina?
—Excitado, emocionado, nervioso, sí. Estoy muy orgulloso de mi trabajo en la película. Para mí, ha sido un verdadero honor interpretar un personaje que yo admiraba cuando era niño. Lo que ahora me importa es saber qué sucederá después. ¿Cómo será la película ante los ojos de la gente? Estoy muy interesado en escuchar lo que tienen que decir sobre ella. Tengo una serie de temores que me hacen pensar que la película es peor de lo que en realidad es.
—¿Entiende la actitud introvertida de Peter Parker?
—Peter Parker es un personaje que cumple un deseo. Es positivo, pero un perdedor. Crecí con él cuando era niño, desde todos los cómics hasta le primera película, cuando tenía 19 años. Me hice con un DVD pirata en el mercado de Portobello en Londres y nos fuimos al apartamento de un amigo a verla. La vimos dos veces seguidas y después probábamos a lanzar la red frente al espejo.
—¿Cómo ve a Spiderman y a Peter Parker?
—Peter es un alma torturada, un joven desconfiado que encuentra su lugar en el mundo gracias a su alter ego. Eso es. Siento con una gran responsabilidad con la historia y los fans, porque mi corazón sabe lo mucho que este personaje significa para la gente y para mí. Por el bien de toda esta gente que se preocupan por Spidey quiero dar vida al personaje y asegurarme de que estén satisfechos.
–¿Es cierto que pasó tiempo en un barrio de Queens, en Nueva York, y con skaters profesionales para entender a Peter?
—Sí. Esa fue la parte divertida de mis deberes para meterme en la piel del personaje. Mi preparador y yo fuimos un día a Queens y allí convivimos durante varios días. Ellos nos ayudaron con mi acento, con mi actitud personal, con mi forma de caminar. Quise explorar la personalidad de Peter desde distintos puntos de vista. Luego ya empecé a entrenar con skateboards. Ahora disfruto mucho de mis nuevas habilidades. Creo que todo el equipo de la película ha sido muy generoso conmigo.
—¿Es usted un actor de método?
—Soy perfeccionista. Si tomo la decisión de interpretar un personaje, me gusta hacerlo bien.
—¿Qué se siente al ver su cara en autobuses, en posters del tamaño de edificios en mitad de Nueva York?
—Todos hemos tenido momentos de atención en nuestras vida y, lo reconozcamos o no, nos gusta. Como seres humanos nos gusta sentirnos validados. vivimos en una época en la que todos buscamos atención, en Facebook, en Twitter, en Instagram. La palabra celebridad nunca ha tenido tanto poder como ahora mismo, pero es una posición de poder falsa, ficticia, porque está basada en el ego. Si inflas tu ego acabaras sufriendo la otra cara de la moneda, es decir, tendrás que ver cómo tu ego se desinfla, porque es algo inevitable. Ver tu cara en un gran póster intoxica y seduce. El secreto es reconocer lo que es y lo bien que uno se siente al verlo y luego no tomárselo en serio. Yo sé que sigo siendo el mismo Andrew de carne y hueso que antes de ser famoso.
—¿Qué le llevó a interpretar Spiderman?
—Para cualquier actor esta es una gran oportunidad. Pero yo no busco el éxito fácil. No me interesa ser estrella, quería interpretar un personaje en tres dimensiones y Peter Parker y Spiderman me brindaron la posibilidad de hacer dos papeles en uno.