Diario de León

El Reina Sofía reta a jugar en serio

’Playgrounds’ explora «la revuelta del homo ludens» a través de 300 piezas en un viaje de siglos por «otra historia del arte», donde conviven juego, trabajo y reivindicación.

Un hombre observas la obra ‘Mundo Visible’, de Fischli Weiss, dentro de la exposición ‘Playgrounds’.

Un hombre observas la obra ‘Mundo Visible’, de Fischli Weiss, dentro de la exposición ‘Playgrounds’.

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miguel lorenci | madrid
León

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Desde la Grecia clásica a Roma, de las milenarias culturas árabes a las asiáticas, la plaza ha sido un espacio público para el esparcimiento, el debate y la confrontación de ideas, la reivindicación, la exhibición del poder, el comercio y el trabajo, el ajusticiamiento y el escarnio y la revolución. También de juego y la celebración.

A principios del siglo XX un grupo de arquitectos de Harvard acuñó el término Playground y redefinió un espacio público para el esparcimiento de los más pequeños, el parque infantil urbano, como alternativa al juego en la calle. Ese término es el que da título y permite articular la exposición Playgrounds. Reinventar la plaza, con la que el Museo Reina Sofía abre un patio de recreo en su salas e investiga «la revuelta del homo ludens» y el papel clave desempeñando por los espacios de juego ( playgrounds ) «desde la modernidad para cuestionar y transformar la sociedad establecida» y el reflejo de estos cambios en la creación plástica.

Es una muestra de tesis muy del tipo y el gusto de Manuel Borja-Villel, director del Museo público y comisario de la exposición junto a Teresa Velázquez y Tamara Díaz, con quienes cuenta «otra historia del arte» que tiene mucho de ensayo. Es una propuesta multimedia con cerca de 300 obras en muy diversos formatos y conceptos en la que la minoritaria pintura convive con la escultura, las instalaciones, el vídeo, la fotografía, las artes gráficas, el cine y los más variados documentos.

Dispares y disparates

Es un viaje de dos siglos que arranca en los grabados los documentales de Francisco de Goya, algunos de sus ‘Disparates’ datados entre 1815 y 1824, para alcanzar las también documentales fotografías del británico Martin Parr, un antropólogo que documenta con su cámara, como Goya con sus buriles y planchas, los usos y ritos sociales de los ociosos urbanitas del siglo XXI.

Entre ambos se despliegan los heteróclitos trabajos de autores tan diversos, dispares y reputados como James Ensor, José Gutiérrez Solana, Maruja Mallo, Fernand Léger, Henri Cartier-Bresson, Helen Levitt, Alberto Giacometti, Isamu Noguchi, Ángel Ferrant, Hélio Oiticica, Lina Bo Bardi, Fischli & Weiss, Vito Acconci, Priscila Fernandes, Aldo van Eyck, Constant, Joan Colom, Francesc Catalá Roca, Jean Vigo o Xabier Rivas.

El denominador común de sus obras es la referencia al espacio público como lugar de esparcimiento, juego o plataforma de reivindicación y celebración. Arranca el recorrido con una filmación sobre la Comuna de París de 1871.

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