León pierde ante Salamanca la carrera de Ciudad Literaria

De nada sirve ser una de las regiones europeas con mayor número de escritores consagrados. Tampoco parece valer demasiado que éstos hayan sido capaces de crear mundos literarios que ya forman parte del inconsciente colectivo. Tarquinia, Celama o Lot son algunos de los lugares mágicos generados por el portento fabulador de narradores y poetas leoneses que han aupado al español al olimpo de potencia literaria, que se han aventurado por nuevos caminos creativos enriqueciendo con ello la pujanza cultural del país. Nombrarles sería un ejercicio de banalidad. La calidad de uno sólo de ellos hace que este ejercicio sea fútil.

Por eso, la pasividad del Ayuntamiento de León resulta descorazonadora. Sobre todo cuando se dan razones económicas para luchar por un proyecto que se defiende solo, sobre todo cuando mientras uno cacareaba (León), el otro hacía camino de manera silenciosa. Ha ganado la partida, al menos de momento, Salamanca, y lo ha hecho trabajando, sin más. La ciudad acaba de presentar, al igual que Granada, su candidatura para ser designada Ciudad de la Literatura, incluida en la Red de Ciudades Creativas auspiciada por la Unesco. La candidatura de Salamanca, además de ser avalada por la Comisión Nacional de la Unesco, ha recibido el apoyo de todas las ciudades que actualmente ostentan el título de Ciudad de la Literatura, que son: Edimburgo, Dublín, Iowa, Melbourne, Norwich, Reikjavik y Cracovia. Asimismo, el proyecto ha contado con el respaldo de instituciones como el Gremio de Editores de Castilla y León (Gecyl), la Asociación Colegial de Escritores Españoles (ACE), la Unión de Editoriales Universitarias Españolas (UNE), la Sociedad General de Autores y Editores (Sgae) y el Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro).

Tienda en la web del libro

¿Qué ha hecho León mientras tanto? Nada o, más bien, desandar el camino. Y es que ni siquiera sigue en marcha la web del Centro del Libro de León, icono que, si bien sigue presente en la página del Ayuntamiento de León, reconduce a un sitio de compras denominado Amaris Clothing Shop & Give, un negocio.

El Centro del Libro de León se creó durante el mandato del PSOE y reunía en un sitio digital a todos los autores leoneses. En ella aparecían las biografías y la obra de narradores, poetas, ensayistas y periodistas de León. Pues bien, alguien ha ordenado eliminarla y aprovechar la dirección para que particulares ‘hagan caja’.

La concejala socialista Evelia Fernández lamenta que el actual equipo de gobierno haya dejado en un cajón el resumen ejecutivo. «Ya lo habíamos entregado en la Unesco y nos dijeron que les parecía bien, que lo único que teníamos que perfilar era de qué manera el sector empresarial de la ciudad se iba a implicar en el proyecto», destaca la edil, que recuerda su trabajo para traer hasta la ciudad a ‘premios’ Cervantes, organizar ferias internacionales, potenciar la tradición de los filandones y apoyar a los libreros. «¿Qué se ha hecho desde entonces? Nada. Perder tres años, dejar de apoyar a la cultura y acabar con el Observatorio del Libro y la web del centro del libro», denuncia.

Rendimientos

Y es que no se puede olvidar la potencia económica que para una ciudad supone conseguir el título de la Unesco. La red pone en contacto a ciudades creativas de tal manera que puedan compartir conocimientos, saber hacer, experiencias, habilidades directivas y tecnología. Para hacerse una idea de la importancia que el título podría haber tenido para León basta observar el fenómeno vivido en Edimburgo, la primera ciudad en lograr esta distinción. La designación ayudó a la ciudad a enfocar la atención en las actividades literarias y atrajo al país eventos de prestigio tal como el Premio Internacional Man Booker de Literatura. Edimburgo obtiene una media de dos millones de libras al año en la ciudad y 2,1 millones en el resto de Escocia, en términos de ganancias obtenidas a través de la organización de grandes festivales.