Un diario desde la cárcel

Solía decir Alonso Zamora Vicente que lo único que había hecho bien en la vida «fue casarme con una mujer excepcional en todos los sentidos». Se refería el gran filólogo y lexicógrafo a la asturiana de Infiesto María Josefa Canellada, dialectóloga, luchadora, más que por la República, por los más elementales derechos humanos, y autora, entre otros títulos, de unas intensas memorias noveladas, Penal de Ocaña , en cuyas líneas se basa la obra teatral que hoy pone en escena, en el Auditorio Ciudad de León, la experimentada compañía Nao d’Amores.

El montaje cuenta cómo Canellada —interpretada por la actriz Elena Rayos— «se entrega en cuerpo y alma a ayudar a las víctimas del conflicto enrolándose como enfermera, primero en el Hospital de Izquierda Republicana en Madrid, y luego en lo que fuera la antigua sede del penal de Ocaña, transformado en aquel momento en hospital de sangre, siendo fiel a sus principios morales por encima de intereses de carácter político, lo que conllevará finalmente su propia desaparición», indicaron fuentes municipales.

Había iniciado sus estudios de Filosofía y Letras en 1933, y tuvo como maestros a un impresionante plantel de algunas de las más brillantes mentes de aquella ‘edad de plata’ que tan cruelmente truncó la guerra civil: Pedro Salinas, Xavier Zubiri, Rafael Lapesa, Américo Castro, Ramón Menéndez Pidal... una mujer excelentemente encaminada hacia la investigación científica en el terreno cultural. «Pero, colocada frente a frente ante un presente conmocionado, se vio obligada a reflexionar sobre el asombro violento de una realidad que echaba por tierra planes y fantasías». «Como a tantas gentes de su generación, la guerra, vivida angustiosa y plenamente a los veinte años, le supuso a María Josefa una reafirmación de su mejor personalidad, de su interioridad más firme y jugosa —así lo informaron desde el Auditorio—. Y fruto de ese meditar es Penal de Ocaña , testimonio insobornable de tal actitud».

La obra apareció por primera vez en el ruedo literario español en 1954, con motivo del Premio Café Gijón, donde quedó finalista. «Eran años particularmente difíciles, oprimidos bajo el peso de la victoria , años en los que cualquier escrito que intentase un acercamiento al vencido o un ensayo de comprensión de la realidad trágica de la contienda civil, sin clarinazos ni griterío patriotero, era sencillamente intolerable». Canellada ejerció la docencia en numerosos centros españoles e internacionales, fue miembro de la RAE desde 1986 y falleció en 1995.

Lugar: Auditorio Ciudad de León.

Hora : 21.00.

Entradas: 10 euros.