Diario de León

Javier Gallego. periodista

«Los políticos están sintiendo en la nuca el aliento de la calle»

El conductor del programa ‘Carne cruda’, ahora en su nueva etapa bajo el ala de la Cadena Ser, participa hoy con una charla-coloquio en la recta final del ciclo ‘Encrucijada de poetas’ que organiza el Musac leonés.

Gallego protagonizará hoy una tarde ‘poética y política’.

Gallego protagonizará hoy una tarde ‘poética y política’.

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e. gancedo | león
León

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Los últimos cinco días del proyecto Nombrando el porvenir (encrucijada de poetas) que el Musac y un grupo de autores leoneses lleva organizando desde el pasado mes de marzo, vienen cargados de palabras, de muchas palabras envueltas con el brillante papel de charlas, lecturas poéticas, encuentros, coloquios e intervenciones de artes escénicas, así como de ‘jam sessions’ de poesía acompañada de música y fotografía. Esta intensa recta final se abre hoy con la intervención de Javier Gallego, periodista y conductor de un programa radiofónico, Carne cruda , famoso tanto por la legión de entusiastas seguidores que lo devoraron cinco veces por semana, entre 2009 y 2012, como por su controvertida cancelación tras la victoria del PP. Ahora en formato de radio digital bajo amparo de la Ser, Gallego, en esta entrevista, habla como lo hace ante el micro: rápido, afilado, tajante.

—¿Qué es lo que, exactamente, va a hacer hoy en el Musac, a comunicar poemas o a recitar noticias?

—Bueno, voy a recitar varios poemas, alguno de ellos escritos expresamente para estas jornadas, pero también leeré fragmentos en prosa, de algunos momentos especialmente interesantes o polémicos del programa, centrados sobre todo en respuestas ciudadanas, en la defensa que se está produciendo en la calle ante todo lo que nos está pasando. Podríamos decir que será una tarde ‘poética y política’.

—En muchos lugares, cuando sonaba la ‘Carne cruda’ de Radio 3, se hacía el silencio, parecía que la gente no se quería perder palabra; una especie de ‘ángelus’ laico y radiofónico... ¿Sentía también esa atención del oyente?

—Por supuesto. Es que además esa confianza, ese estar a gusto en antena te la da el oyente. Porque cuando tienes el privilegio de ponerte ante los micrófonos de una radio pública lo que intentas es exponer el sentir de mucha gente, no sólo el tuyo. Que parte de la opinión pública esté representada. Mi intención, antes y ahora, es hacerme eco de las palabras de los otros. Y yo notaba y noto la respuesta de esos otros, todo ese ánimo que me empuja a continuar.

—Justificaron la cancelación del programa diciendo que era «muy caro».

—Sí, y eso me pareció lo más insultante y lo más injusto. Y, por supuesto, estoy dispuesto a presentar la nómina que tenía ante quien sea para demostrar lo barato que era el programa. Yo era autónomo y lo que cobraban los colaboradores era testimonial, en parte porque eran gente cercana a quienes les gustaba el proyecto. El cierre se intentó justificar con razones económicas cuando las verdaderas fueron políticas y personales.

—También se dijo que era ‘sensacionalista’...

—La gente se hace su juicio, para unos lo puede ser y para otros no, pero es que la realidad, en este momento, resulta sensacionalista, están pasando cosas que hace unos años no habríamos ni imaginado: el ataque que hoy sufre la ciudadanía es tan radical y tan extremo que precisa de respuestas que estén al mismo nivel.

—De ‘radicales’ se tacha a algunos de los sorprendentes vencedores en estas últimas elecciones europeas...

—Fíjate en la reacción de algún partido ante el fenómeno Podemos, una respuesta urgente, virulenta, poco meditada: los llaman demagogos, radicales, populistas... ‘antisistema’, cuando son precisamente ellos quienes se han cargado el sistema. Al decir esas cosas se están retratando a sí mismos, cuando muchas de sus propuestas son perfectamente cabales y apuestan por mejorar el sistema, o por un sistema más justo, igualitario y limpio.

—¿Le sorprendieron los resultados?

—Creo que le sorprendieron hasta al mismo Pablo Iglesias. Hace poco escribí un artículo, Ampliación del campo de batalla , en el que hablaba precisamente del cambio que está experimentando el terreno de juego: por fin hay ahora más jugadores, nuevas fuerzas que recapacitan, que discuten, que critican. Y los grandes partidos están empezando a sentir en la nuca el aliento de toda esa ciudadanía. Porque una cosa es llenar las plazas y otra llenar las urnas. Sólo así se entiende esa reacción de la que hablábamos antes, que insulten a un millón y medio de votantes, una cosa increíble que no hacen sus oponentes.

—Supongo que en el programa trataréis el asunto.

—Precisamente mañana tendremos a Alberto Garzón, de IU; a Íñigo Errejón, de Podemos; y a López de Uralde, de Equo.

—El 15-M no desapareció...

—No, se infiltró. Puso semillas que ahora están creciendo políticamente. Demostrando que lo que se desprecia como ‘alternativo’ o ‘minoritario’ quizá no lo sea tanto. Los partidos convencionales no entendían lo que pasaba porque, al no pisar la calle, no lo esperaban; no sabían lo que se decía todos los días en los bares, y no conocían a los colectivos ciudadanos que llevaban muchos años trabajando. Se le denostó diciendo que fue ‘flor de un día’, pero ahora se ha visto que no. El panorama de las próximas elecciones seguro que será de lucha encarnizada y no sé si lamentable.

—¿Cuál es, el definitiva, el mensaje?

—Que los ciudadanos han empezado a interesarse de nuevo por la política. La gente está más despierta, es más activa, se informa más, es más difícil de engañar... y eso es lo que no quieren los grandes. Pero creo que la gente se está armando de criterio y de conciencia.

Lugar: salón de actos del Musac.

Hora : 20.00.

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