Quitar el polvo a las ruinas
Promonumenta limpiará Lancia, la iglesia de Manzanedo, Urdiales de Colinas y el puente de la Vizana.
La iglesia de Manzanedo de Valdueza, el yacimiento de Lancia, Urdiales de Colinas y el puente de la Vizana, en Alija del Infantado.
Los vigías del Patrimonio ‘quitarán el polvo’ a cuatro enclaves leoneses en las próximas semanas. La Asociación Promonumenta, cuya misión es velar por monumentos y yacimientos arqueológicos que sin su intervención habrían perecido hace años, tiene en su agenda la limpieza del yacimiento de Lancia, la iglesia de Manzanedo, el pueblo de Urdiales de Colinas y el puente de la Vizana de Alija del Infantado.
Cuatro hacenderas en las que evitarán que la maleza devore construcciones que no han visto inversiones en décadas o siglos y que, de otra manera, habrían perecido.
Los voluntarios de Promonumenta se han propuesto ‘asear’ el próximo sábado la iglesia de San Pedro de Villarino, en la localidad de Manzanedo de Valdueza, incluida en la Lista Roja de Hispania Nostra. Los cazatesoros la han arrasado. A sólo dieciséis kilómetros de Ponferrada, los depredadores han provocado auténticos estragos en un edificio de origen románico y han acelerado el riesgo de desplome. Animados por una absurda leyenda que habla de un tesoro enterrado, «han levantado la totalidad de las baldosas de pizarra del suelo de la iglesia».
Desde hace dos años llueve en el interior de este templo a través de un enorme boquete abierto en la cabecera. El inmueble, que depende del Obispado de Astorga, lleva décadas sin recibir ni un solo euro. Como consecuencia de ello, el pórtico está a punto de derrumbarse y con él se destruirá la portada románica. Las ménsulas y vigas de la techumbre, vencidas por la humedad, amenazan también con hundirse.
Un lugar recóndito
El 14 de este mes, Promonumenta se empleará a fondo en despejar el camino que conduce a Urdiales de Colinas. Una misión con un nivel de dificultad «alto», y para la que los voluntarios contarán con la colaboración de la peña de montañeros Gistredo. Es una localidad que ha mantenido intacta la espléndida arquitectura tradicional de la zona: piedra, pizarra y madera; quizá, porque quedó aislado en los setenta, cuando la potente minería de Bembibre animó a sus habitantes a emigrar. Los vecinos tuvieron la precaución de poner a salvo del expolio las campanas y tallas de la iglesia de Santa Bárbara. Promonumenta señalizará con letreros hechos por los presos de Villahierro los cruces entre Noceda y Colinas del Campo. Limpiarán 21 kilómetros de este antiguo camino.
Lancia
La siguiente cita en el calendario de Promonumenta, el 28 de junio, es el yacimiento de astur-romano de Lancia, en la localidad de Villasabariego. Actúan en la vasta zona arqueológica que no es propiedad de la Diputación.
En todas estas intervenciones sólo participará una ‘brigada’ de 25 voluntarios. No aceptan más, porque carecen de herramientas. Son pocos, pero efectivos. La mayoría son veteranos en estas hacenderas y saben hasta dónde pueden tocar en un Patrimonio sobre el que pende la amenaza de ruina.
El puente de Alija
El 19 de julio tienen previsto limpiar el puente de la Vizana, en Alija del Infantado. Hace dos años despejaron de maleza una de las orillas y ahora quieren completar el trabajo. Sin la tenacidad de Promonumenta el castillo de esta localidad, de mediados del siglo XV y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1949, tampoco hubiera sobrevivido. El castillo de los Pimentel, restaurado con 82.000 euros aportados por la Junta, fue durante años huerto, refugio de ganado y almacén municipal. Un auténtico fortín agrícola.
Promonumenta empezó su andadura el 4 de junio de 1992, fecha que coincide con el natalicio de las águilas —la creación de la Legio VII que dio origen a la ciudad de León—. En aquel momento, sólo eran cincuenta voluntarios. Hoy son más de 600.