«Olvidar la cultura acarreará muy oscuras consecuencias»

1  Es natural decir que un gran honor, porque este tipo de nombramientos, como todos sabemos, se concede de modo muy selectivo. Pero en este caso, al honor se une el hecho de que sea precisamente la Universidad de León quien me lo conceda. Por eso lo recibo como un honor cargado de fuerte gratificación sentimental.

2  Tal vez el haber tratado campos poco usuales, introduciendo en la literatura ‘canónica’ lo metaliterario, lo fantástico, el mundo del sueño y del mito, sin rechazar tampoco ciertos matices de géneros populares, y el haber alternado con una enorme fidelidad, creo, la escritura de novelas y de cuentos literarios...

3  Hay un problema que tienen todas las altas instituciones culturales españolas, y es el económico, que en la universidad afecta a la docencia y a la investigación, y sería terrible que se perdiese la noción de que, en realidad, los temas relacionados con la cultura y la educación se trata de auténticos ‘asuntos de Estado’, y que el desatenderlos puede acarrear muy oscuras consecuencias. Por otra parte, la universidad española, en general, tiene en este momento un excelente nivel, como se demuestra cuando nuestros profesores o estudiantes trabajan o amplían estudios en universidades extranjeras.

4 El apoyo familiar y el entusiasmo profesoral son los únicos recursos que nos quedan cuando medios de comunicación como la televisión, por ejemplo, se encuentran banalizados hasta extremos inimaginables... Pero, ciertamente, el problema tiene sus orígenes en una perspectiva errónea tanto en el aspecto social como en el puramente político: el sistema educativo no está lo suficientemente bien diseñado ni apoyado en los aspectos humanísticos.

5 Nunca lo pensé, como nunca pensé que me iban a hacer ‘hijo adoptivo’ de la ciudad de León o académico de la Real Academia Española. Por eso resulta doblemente gustoso, son, digámoslo así, auténticas sorpresas benéficas.

6 Yo de mayor quería ser lo que he llegado a ser, es decir, escritor, lo demás me lo han ido regalando las hadas, que me tienen mucho cariño.

7 Mi padre era republicano, pero a mí la Constitución de 1978 me hizo conocer y vivir la democracia. No soy monárquico, pero si en España tiene que haber cambios, solo acepto que se hagan a través de los procedimientos constitucionales. Todo lo que no fuese así sería un auténtico ‘golpe de estado’, similar al de Franco, que tanto denostamos..

8 Una pregunta aguda, ciertamente. Sin duda habría que crear nuevas categorías para referirse a este tipo de productos totalmente alejados de lo que entendemos como auténtica literatura. Tomando como referencia la ‘nivola’ unamuniana, tal vez a esos productos habría que llamarlos ‘lobris’, por ejemplo. O también ‘lodrios’... 

9 Está claro que ya me encuentro escribiendo los últimos capítulos de mi obra, pero mi querido Ricardo Gullón decía que la gente de letras, si podemos, tenemos que ‘morir con las botas puestas’.

10 En estos momentos estoy a punto de comenzar a corregir las pruebas de un libro de cuentos que saldrá, previsiblemente, el próximo otoño, y aprovecharé la paz veraniega para intentar dar forma a una nueva idea novelesca...