Un ‘Descarado’ de 300 kilos
Está en los ‘chiqueros’ de Espacio E y su escultor es Cosme Paredes.
Hay que rendirse incondicionalmente ante la tremenda fuerza del monumental toro de hierro que ha llevado al reducido espacio de Espacio E, el escultor Cosme Paredes. Se trata de un ídolo mágico de más de trescientos kilos de peso y dimensiones gigantescas. El artista ha luchado a brazo partido con el hierro, con duras chapas de buen grosor, para dominarlas y darles forma gracias a la potencia de su brazo. Después ha conseguido ensamblarlas hasta conseguir un tótem lleno de potencia, de movimiento, de verdad. Nunca hubo toro más grande, ni más poderoso, ni más armónico. José Tomas, el mítico torero de las mil y una tragedias, estaría feliz enfrentándose a este singular toro. Sería la foto del año, una apretada chicuelina del ídolo de los ruedas a este animal tan poderoso como eterno.
De nada sirve al espectador que se enfrenta con asombro a la genial obra de Cosme Paredes, escuchar que colaboró allá en su Ecuador natal con el gran artista Oswaldo Guayasamín , pintor, escultor, dibujante, grafista y muralista ecuatoriano que dejó un importante legado artístico, uno de los más destacados del siglo XX en América. Paredes debe olvidar ya para siempre aquella etapa, ahora está en otra mucho más creativa y en la que de verdad puede poner en valor todo su poderío escultórico.
Paredes es un hombre pequeño de estatura y tímido, inconmensurablemente tímido. Parece imposible que sus manos hayan sido capaces de crear estas tremendas esculturas en hierro. En este caso son todas ellas dedicadas a lo taurino, «Pero –dice-también hago caballos y otros animales, procurando siempre crearlos en movimiento, dotándolos de un soplo de vida». Es imposible imaginar el recóndito lugar de su cuerpo de donde el artista saca fuerzas para tan enormes empresas.
Cosme Paredes se estableció en León hace ya once años, un tiempo durante el que ha ido indagando un poco más en los secretos de la escultura, trabajando y compartiendo ideas y técnicas en el estudio de Amancio González, en la nave que el genial artista leonés emplea como estudio en la cercana localidad de Lorenzana.
En la muestra que presenta en Espacio E, Paredes expone su obra de toros en la que refleja su pasión por el mundo de la tauromaquia, «sobre todo -explica- por la obra de Picasso en este ámbito». El protagonista en esta exposición es Descarado, un toro de hierro corten batido de grandes dimensiones, 180 x 300 x 120 cm, y con un peso de más de trescientos kilos.