Diario de León

JOAQUÍN REYES VIENE A LEÓN

«Nos sorprende que guste un humor tan albaceteño»

Ahora le ha dado por correr. Y también por crear esos personajes que hace propios, en los que te crees que es una celebridad que siempre habla con la misma voz y el mismo acento. Ahí están los Pablo Iglesias, Felipe VI o Esperanza Aguirre, que compone para El Intermedio de La Sexta, pero que luego son joyas de Joaquín Reyes a consultar en Internet, el medio que le catapultó a él. El día 26 estará en León con ‘¡Que me aspen!’

El cómico Joaquín Reyes, que el día 26 estará en el Auditorio con su último montaje

El cómico Joaquín Reyes, que el día 26 estará en el Auditorio con su último montaje

Publicado por
PACHO RODRÍGUEZ | LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

Joaquín Reyes (Albacete, 1974) a los fans los prefiere sobrios. Es una advertencia que suele repetir cuando le preguntan por sus seguidores, a los que, por otra parte, profesa una admiración no tan frecuente en los artistas. Otra redundancia que circula por ahí, en este caso no suya, es esa coletilla de que «no necesita presentación». ¡Peligro! Sobre todo el que conlleva el exceso de confianza en este caso en manos de los periodistas. Porque al menos, sí habría que presentar su espectáculo ¡Que me aspen! , que es el que lo trae a las fiestas de León.

Y ¡Que me aspen! es un espectáculo unipersonal que no se aleja de la filosofía de ese grupo que se hizo famoso como La Hora Chanante o Muchachada Nui, a partir del humor surrealista en donde forma parte del núcleo duro junto a Ernesto Sevilla, Raúl Cimas, Carlos Areces o Julián López. Puede que con este artefacto, Reyes, además de volver en cierta manera a sus orígenes, tal y como confiesa, regrese a un lugar artístico en el que se encuentra cómodo y desde el que proyecta maestría.

Es decir, que sí necesita ser presentado Joaquín Reyes. Porque merece la pena. En persona y en artista. Un albaceteño que se acerca nada peligrosamente a los 40, que tiene dos hijos de 7 y 5 años, y que puede presumir, junto a una nueva generación de humoristas y mucho más, de haberle dado la vuelta al humor que tanto se practica, a veces no tan bien, salvo excepciones, en este país.

Como sigue saliendo en la tele, en Neox, la cuota de fama la mantiene intacta. Y resulta que este hombre también ha caído en las garras del running.

—Despierta expectación sin necesidad de contar a qué viene, así que ya tiene mucho avanzado. ¿A usted le apetece pisar estas tierras con su ‘¡Que me aspen!’?

—La gente me recibe muy bien y se ríe mucho. Tengo mucha suerte también porque, tanto a mi como a los demás nos va muy bien en casi todos los sitios. Nos sigue sorprendiendo que guste tanto algo tan albaceteño como lo que llevamos siempre.

—Ahora viene solo, pero también hacen cosas juntos, por parejas. ¿Qué le gusta más?

—Compaginamos esas cosas. Por parejas hacemos bastante. Por ejemplo, ahora andan por ahí Raúl Cimas y Julián López. Viajar acompañado siempre es más agradable. Y solo te permite desarrollar más tu concepto de humor. Pero todo está bien.

—Y en este caso, usted solo, ¿cómo es su humor?

—El humor en sí no cambia, porque es muy parecido al que hacemos en los programas de televisión. Hemos evolucionado, pero tampoco hemos cambiado tanto en nuestra visión del humor. Algo de lo que se nos ha acusado es de que no hemos llegado a hacer algo mainstream, pero a nosotros nos gusta el humor para todos los públicos.

—Lo cierto es que se han hecho con un espacio de humor que parece que solo es para ustedes. ¿Por qué cree que gustan sus espectáculos?

—Hay algún mensaje siempre en nuestros espectáculos que la gente pilló desde el principio, y es el de que nos lo pasamos bien. E incluso ha servido para que otros hayan pensado: si estos tíos pueden hacer esto, nosotros también. Y eso está muy bien.

—También han abierto el camino de que lo que hacían ustedes mismos para Internet tenía futuro en medios tan potentes como la tele o el teatro… ¿Cómo lo hicieron?

—Nosotros escribíamos con total libertad tanto para Internet como después para la tele. Igual fue esa la clave, que no cambiamos. Hemos tenido suerte y ahora seguimos los lunes en Neox.

—Ahora está la cosa un poco peor, ¿no?

—Está todo mucho más parado. Desde que empezamos en Paramount no habíamos parado. Nos contrataban de manera seguida.

—¿Algún osado se atrevía a pedirles un humor más a la carta?

—Hombre, siempre hay alguno, pero, en general, si nos contrataban se daba por hecho que era porque les gustábamos y que no nos iban a pedir nada. El éxito es poder trabajar con libertad.

—A usted le gusta mucho dibujar. Eso sí que es trabajar en libertad, ¿no?

—Dibujar es una de las cosas que más satisfacción me puede dar. Es una intimidad casi onanista…

—¿Y qué tal se lleva con su público más fan?

—Los cómicos, en general, tenemos bastante buena prensa. Nos miran como colegas y amigos, y mi relación con los fans es muy buena. Eso sí, cuando están sobrios… Luego, ya es otra cosa. Yo creo que nos llevamos bien con nuestros fans porque en el fondo nos parecemos a ellos.

—¿Y usted a quién admira?

—Me hizo mucha ilusión conocer a Faemino y Cansado. Al Gran Wyoming. Conocí a Coll en un premio que le dieron en un festival de cine y me emocionó mucho. Tip y Coll tenían cosas increíbles. También Millán Salcedo… Son un referente; ellos hicieron un humor genial.

—¿Y de ahora?

—Sigo mucho, mucho, a Miguel Noguera. Me parece que lo que hace es una cosa muy distinta y está a otro nivel. Es una cosa nueva, con ideas nuevas, muy interesante.

—¿Cree que se le quedan pequeños los formatos en los que trabaja? ¿Aspira a hacer alguna otra cosa?

—El formato que más me gusta es el sketch. Pero tenemos en proyecto una película. Está escrita y todo.

—Si usted estudió Bellas Artes, lo más normal es que hubiera acabado de profesor. ¿Cómo se imagina?

—Me imagino bien. Porque en mi familia hay profesores y valoro la docencia. Creo que hubiera sido un buen profesor. El profesor enrollado…

—Cuando viaja, ¿qué no se puede dejar en casa?

—Siempre viajo con una libreta o un bloc de dibujo.

—Y, de gira, qué le gustará hacer… ¿No saldrá a correr por la mañana?

—Suelo salir a comer. Pero teniendo que actuar lo más importante es descansar. ¡Y sí! ¡Ahora me ha dado por correr!

—Uno más para el running…

—Sí. Mi hermano corría. Y yo me reía de él. Le decía: ¿Pero cómo haces esas cosas…? Y ahora estoy yo también metido. Lo de correr es toda una locura.

tracking