Diario de León

CULTURA

Panero, eterno en páginas y en memoria

‘Rosa enferma’, la obra póstuma de Leopoldo María Panero, desembarcó en Astorga para universalizar al poeta y para recordar que todavía existen poemas sin publicar

Mercedes G. Rojo, Rafael García, Juan José Alonso Perandones y Miguel A. Guadalupe

Mercedes G. Rojo, Rafael García, Juan José Alonso Perandones y Miguel A. Guadalupe

Publicado por
ANA G. VALENCIA | ASTORGA
León

Creado:

Actualizado:

El poeta volvió a casa. Leopoldo María Panero llenó con sus versos el inmueble familiar de Astorga. La poesía inundó el edificio y la presentación de Rosa enferma , editado por Huerga & Fierro, ‘resucitó’ al escritor fallecido en marzo. Con él se fue el último de la saga de los Panero, «el menos convencional», destacó la concejala de Cultura, Mercedes G. Rojo, y por ello el acto también comenzó con una pincelada peculiar de la mano de una performance de la artista chilena Violeta Medina, que invocó a los dioses y creó un diálogo con los versos del poeta maragato y los propios.

«Leopoldo María Panero es un poeta excepcional y universal», explicó el profesor Juan José Alonso Perandones, «cuya relación con Astorga es indiscutible». «La historia de Panero tiene una parte humana que imprenga su obra, así como la vinculación con su madre, Felicidad Blanc», continuó el ex alcalde, quien no se dejó en el tintero su paso por los sanatorios mentales. Compartiendo mesa, el director del Centro de Estudios Astorganos Marcelo Macías, Rafael García, recordó que el escritor escribió tres poemas que envió al bañezano Antonio Colinas y que se publicaron en el número de la revista Astorica de diciembre del 2013, siendo los últimos que se editaron en vida del poeta.

«Es de justicia reconocer la labor de esta familia tan mediática», apuntó el cineasta Luis Miguel Alonso Guadalupe, quien tomó la palabra para cerrar la primera parte de la presentación. Así, desgranó sus apariciones en el cine, extrayendo la imagen de la película El Desencanto en la que Leopoldo María aparece en el cementerio de Astorga. Guadalupe terminó con la lectura del Lamento del vampiro .

La segunda parte de la velada concedió todo el protagonismo a Rosa enferma . Antonio Huerga, editor de algunos de sus libros, entre ellos éste último, adelantó que «tiene otro inédito de Leopoldo María Panero desde hace cinco o seis años» y recalcó que «Huerga & Fierro no quiere nada, solo universalizar la figura del poeta. Ahora estamos reeditando lo mejor de Panero», aseguró. El editor incidió en que «este escritor siempre se va a escapar y va a ser un poco de todos».

Junto a él, Ángel Guinda, amigo, poeta y conocedor de la obra de Leopoldo María, empezó su intervención «con emoción contenida». Recordó cómo conoció a Panero en el Café que regentaba su hermano Michi en la década de los 80 y adelantó que Huerga & Fierro celebrará en Madrid un homenje a Panero titulado Yo te bendigo, poeta maldito . Guinda hizo un recorrido por la personalidad de su amigo, sus adicciones y las relaciones familiares, y reivindicó «la categoría poética de Leopoldo María». Concluyó Luis Artigue, destacando que Panero «era la imaginación sin contornos» y aseguró que para entender Rosa Eenferma hay que volver al momento en el que Leopoldo «vivía por vivir». Por último, definió la obra como la propia poesía y el testamento poético del escritor.

El punto final lo pusieron Marifé Santiago Bolaños, Rafael Saravia, Tomás Néstor y las palabras enviadas desde Canarias por Javier de la Rosa, que prestaron su voz para que Rosa enferma tomara cuerpo.

tracking