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tras el fallido intento de subasta

Cultura encarga una encuesta para saber si el Emperador tiene futuro

El ministerio tiene que decidir entre perder más de un millón si lo vende o gastar siete en restaurarlo .

El teatro Emperador lleva ocho años cerrado y su futuro no está claro después de la fallida subasta del pasado mes de junio.

León

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El futuro del Emperador depende de una encuesta. El Instituto de las Ares Escénicas y Musicales (Inaem) ha realizado un estudio de público para averiguar la viabilidad de este teatro. Tras la fallida subasta de junio, a la que no concurrió ningún comprador, el Ministerio de Cultura tiene dos opciones: rebajar el precio de salida, fijado en la anterior puja en 3,7 millones de euros, o quedárselo, restaurarlo y ponerlo en funcionamiento.

La primera operación es una ‘ruina’, teniendo en cuenta que el Estado no recuperará los 4,5 millones que pagó Fomento por el edificio y otros 250.000 euros más en reparar las fachadas. Habría perdido más de un millón de euros de haberlo colocado en la citada subasta.

Salvar el teatro también tiene sus riesgos, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos meses muchos de los espectáculos que se programan en la ciudad acaban cancelándose por la escasa venta de entradas. En 2011 los técnicos estimaron en 7,14 millones el coste de la reforma interior del inmueble, que no ha visto una obra importante desde que se inauguró en 1951. De hecho, el ‘gallinero’ se cerró años antes que el teatro por problemas de seguridad.

El emblemático edificio diseñado en 1949 por los arquitectos Manuel y Gonzalo de Cárdenas y Francisco J. Sanz lleva ocho años cerrado y ‘pudriéndose’ por dentro. Los planos del proyecto diseñado por el conocido arquitecto Peridis para transformarlo en Centro de las Músicas Históricas nunca vieron la luz.

Si reabre algún día no será como Centro de las Músicas Históricas, uno de los sueños de Zapatero. El director del Inaem, el leonés Miguel Ángel Recio, adelantó hace dos años que el Emperador tendría otro uso, previsiblemente, teatro. Meses después anunciaba: «No estamos en un momento para iniciar grandes infraestructuras culturales». En 2013 el Gobierno de Rajoy ponía en venta el Emperador, junto a otros 15.135 inmuebles de titularidad pública de todo el país, con el objetivo de conseguir recursos extraordinarios. «Este es un bien dedicado a un fin cultural, con todas las protecciones. Es muy difícil que tenga otra actividad que no sea la del teatro. Ojalá hubiera alguien deseando comprarlo, pero me temo que no va a ser así», auguró entonces Recio. Y acertó.

Teatro y Auditorio

El ministerio tiene un problema serio. Lo cierto es que el Auditorio, sin programación estable, se nutre principalmente de los conciertos del ciclo de las Músicas Históricas que diseña directamente el Inaem y de la Red de Teatros de Castilla y León que gestiona la Junta. Aún así, hay grandes ‘huecos’ en el calendario y meses enteros sin funciones ni conciertos.

La pregunta es: ¿tiene León público suficiente para llenar los espectáculos del Auditorio y el Emperador? Difícil responder. Todo dependerá de la calidad de la programación y de que pongan en marcha iniciativas como las del Auditorio Miguel Delibes de Valladolid, que ‘absorbe’ público de toda la comunidad con el llamado abono de proximidad —proporciona transporte de ida y vuelta gratuito—.

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