Nombres famosos, personas anónimas
En León Enrique Iglesias es mago, Paco León ejerce de lotero y José Sacristán es un consumado alpinista.
Actores como José Coronado, Blanca Portillo o Clara Lago, cantantes emblemáticos como Antonio Flores o Miguel Ríos, escritores como Lorenzo Silva, Julio Llamazares o María Dueñas e incluso modelos como Nieves Álvarez. Todos estos personajes públicos tienen algo en común, comparten nombre con ciudadanos anónimos de la provincia de León.
En la mayoría de ocasiones, el personaje público y el desconocido no comparten nada más que su nombre y apellido, teniendo unas trayectorias profesionales completamente opuestas; cantante y jardinero, montañero y actor, músico y mecánico, modelo y ama de casa, etc. Pero en otros casos las similitudes son sorprendentes. «Llevo escribiendo desde los 6 años, es mi mayor pasión, aunque a diferencia de ella yo no he publicado nada, es más bien un hobby que queda entre mis más cercanos familiares y amigos y yo» dice Laura Gallego, que aunque no sigue los libros que publica su tocaya muy de cerca, ya que están destinados a un público infantil y juvenil, la considera una gran novelista a la que le gustaría parecerse, «no puedo compararme con ella, es una gran escritora», sostiene.
Dani Martín, de 20 años, también tiene en común con el vocalista de El Canto del Loco su pasión por la música, aunque en el caso del joven leonés esta afición está centrada en la guitarra. Quiere dedicarse a ello de manera profesional, y lleva toda la vida tocando este instrumento. «Mi padre es músico y gracias a él tengo una gran cultura musical, me gustaría poder dedicarme a ello por completo».
A pesar de que en estas dos situaciones hay grandes coincidencias entre ambos personajes, no es común que ocurra. El Enrique Iglesias leonés, por ejemplo, también estuvo en el mundo del espectáculo, aunque en este caso era mago. Su nombre le resultaba muy poco comercial, así que no lo utilizó nunca mientras se dedicó al espectáculo, su sorpresa cuando el cantante triunfó fue inmensa, y a partir de entonces las bromas cada vez que enseña el DNI son continuas. «Además, mis amigos me hicieron una broma a través del programa de radio La Jungla hace unos años, aunque no me enteré de mucho porque estaba dormido», ríe Iglesias.
Otras anécdotas graciosas que han sufrido estos personajes anónimos son, por ejemplo, la que vivió Miguel Ángel Muñoz cuando empezó la universidad, «Cuando mis compañeros escucharon mi nombre enseguida pensaron en las novatadas que iba a sufrir —comenta el joven estudiante de biotecnología— me tuvieron bastantes días cantando y bailando canciones de ‘Upa Dance’».
A otros, sin embargo, nunca les han relacionado, «a pesar de llamarme Paco León, la única broma que me han hecho referente a mi nombre es por apellidarme igual que la ciudad en la que vivo», comenta el delegado comercial de Loterías y Apuestas del Estado en la capital leonesa. «Me hicieron algún comentario cuando se hizo famosa, me preguntaban si éramos familia —explica Nieves Álvarez, de 78 años— pero ni tenemos parentesco ni nos parecemos en nada, yo no soy ni joven ni famosa», ríe. «Nuestras vidas son completamente opuestas, yo me he dedicado desde siempre a la escalada y al montañismo», comenta José Sacristán en relación con la profesión del actor con el que comparte nombre. «La única relación que tengo con el mundo de la música es la de introducir los CDs en el reproductor, aunque he de decir que sí escucho su música de vez en cuando», dice Carlos Núñez, mecánico en un taller de Villablino.