Cuando la resina era el oro de Nogarejas

Aunque en un principio el oficio resinero podría parecer más bien propio de las comarcas pinariegas del centro y sureste peninsulares, León también contó con su particular núcleo fabril dedicado a extraer y procesar el fruto de los frondosos pinares que alfombran las vertientes meridionales del Teleno, donde se alzaron explotaciones que dotaron de riqueza y puestos de trabajo a las áreas de Nogarejas y Castrocontrigo. Una de las más importantes, la inaugurada por el industrial Domingo García de Luis en 1926, es víctima del olvido y por tanto acaba de ser incluida en el listado de patrimonio amenazado que elabora la asociación Hispania Nostra. La provincia, con 35 hitos de triste récord, sigue siendo la más representada de todas.

En la ficha de este conjunto de edificaciones recuerda el colectivo que el pino resinero «puebla las sierras y valles de las localidades y juntas vecinales de Morla, Torneros, Castrocontrigo, Nogarejas, Pinilla y Pobladura en la Valdería, junto con Tabuyo del Monte, Quintanilla de Flórez y Palacios de Jamuz». «Para la extracción de la miera y sus derivados, con los que se obtiene aguarrás y colofonia, se crearon en la comarca, a finales del siglo XIX y principios del XX, varias fábricas dedicadas a la trasformación de la resina, evitando así el traslado de la materia prima a otras zonas del país», prosiguen. Una de ellas fue la denominada Mancomunidad Resinera C.d B. de Nogarejas y Pinilla, «fundada en los años veinte por Domingo García de Luis, un indiano que regresó a su pueblo natal, Nogarejas, con una pequeña fortuna amasada en América. Con la ayuda de los vecinos y avalado por su capital, consiguió para la junta vecinal la propiedad de los pinares del término local, así como la fundación de esta fábrica que elaboraba su propia miera, generando riqueza en su entorno y vecinos hasta que cesó su actividad en el año 1990».

La fábrica, de grandes dimensiones y hoy pasto de las zarzas, se construyó en el llamado ‘prado del Tío Gelillo’, puesto que reunía las condiciones idóneas, al contar con una fuente que manaba todo el año. Actualmente registra desplomes continuos en sus paredes, existiendo por tanto un serio riesgo «de que desaparezca un emblema del escaso patrimonio industrial resinero de la comarca y de todo León», reseñaron. Buen ejemplo de su deplorable estado está en que hace tres años «se firmó un contrato por el que se intentó usar el edificio para albergar el Centro de Interpretación de la Resina y el Hábitat de los Pinares de la Sierra del Teleno —como recuerda Hispania Nostra—. Pero finalmente se decidió erigir un edificio de nueva planta cercano a la antigua fábrica, dado su mal estado y su abandono».

El libro La resina en la provincia de León , de Gaspar Fuente Domínguez; y la página web nogarejas.org son otras fuentes de datos sobre este poco conocido sector, además del documental Del monte a la fábrica , de Jesús Palmero y Amando Casado, dos buenos conocedores del legado resinero del suroeste leonés.