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pintura

La leonesa Gloria Alcahud prepara una gran muestra en el Reina Sofía

Ultima cuadros de gran formato en su monumental estudio ubicado en Villaquejida.

La tonalidad azul es la preferida de esta veterana creadora.

Publicado por
Marcelino Cuevas | LEÓN
León

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A Gloria Alcahud, pintora nacida en Valladolid pero leonesa —de Villaquejida— por los cuatro costados, le ha llegado el momento de recapitular, de mirar su brillante pasado con cierta nostalgia y de enfrentarse al futuro con la seguridad de que, aunque la mayor parte de su ingente trabajo esté ya realizada, aún le queda mucha fuerza para pintar esos enormes cuadros a los que parece imposible que pueda enfrentarse con su menuda figura. Pronto se podrá contemplar un resumen de su historia plástica en el Reina Sofía.

Gloria Alcahud ha pasado la mayor parte de su existencia en Villaquejida, donde conserva un singular y gigantesco estudio. La pintora vive en la que fuera empresa harinera y casa de su familia, acompañada de los restos de la enorme fábrica que nació como gran elemento industrial de la comarca allá por los años treinta del pasado siglo. Lo que queda demuestra el esplendor que la familia de Gloria tuvo. Su estudio está situado en una gran finca con una construcción que bien pudiera trasladarse a la campiña italiana, «Tiene el sabor de las villas venecianas», dice la pintora, y tiene toda la razón.

Comenzó su relación con la pintura en el estudio de Demetrio Monteserín, como casi todos los artistas leoneses del siglo XX. Después prosiguió sus estudios en Madrid y pronto le sonrió el éxito, exponiendo en las salas más importantes del país y también en algunas del extranjero. «Pero a pesar de todo —comenta—, de ser considerada por los críticos más prestigiosos como una de las pintoras más importantes del pasado siglo… y también de éste en el que vivimos, en León nunca he acabado de ser reconocida. Expuse hace ya bastantes años en la desaparecida galería Maese Nicolás, algo a lo que pocos artistas leoneses tenían acceso, era una de las salas de exposición punteras en España, también en la sala de la Delegación de la Junta, en el tiempo de Luis Aznar, y en algunas galerías comerciales, pero me siento ignorada. Por ejemplo, en todos los años que lleva funcionando el Musac, sus responsables nunca me han enviado ni una invitación para que vaya a ver sus exposiciones. Y por cierto que mis cuadros, de dimensiones considerables, tendrían un buen escenario en las enormes paredes del museo».

Gloria Alcahud sigue llena de proyectos en la penumbra de su monumental estudio de Villaquejida, pues a ella le gusta pintar con luz artificial. «En este momento —explica— estoy preparando cuadros para llevarlos al Reina Sofía, pero antes de seguir adelante quiero manifestar mi enfado por la poca atención que se tiene con las mujeres artistas. En Madrid hay ahora una exposición sobre El Greco y la pintura contemporánea… y no hay en ella ni una sola mujer. ¿Qué pasa con nosotras? Tendrán que tomar nota las autoridades, parece ser que en todos los sectores hay cuota menos en el arte, que posiblemente es donde más debería de haber».

Gloria está pendiente de las negociaciones con el Museo Reina Sofía para realizar allí su gran exposición antológica. «Yo realicé una de mis primeras exposiciones en la Biblioteca Nacional, que en aquel tiempo era comparable al Reina Sofía actual, y por eso quiero mostrar allí lo mejor de mi ya larguísima trayectoria profesional. Las mujeres debemos reivindicar nuestro puesto».

Islas misteriosas

Los paisajes inventados de Gloria Alcahud están llenos de magia y mensajes. Aunque su color preferido es el azul, todas las tonalidades tienen su sitio en estas enormes pinturas. Los últimos que ha realizado nos hablan de un mundo convulso y tienen la ferocidad de los rojos como motivo principal. Pero a Gloria le gustan los mares inmensos en los que se insinúan islas misteriosas. Los cielos llenos de luces sugerentes. Los universos más diferentes se materializan en sus lienzos, siempre al borde de la abstracción pero, siempre también, escapando de ella. Sobre Gloria Alcahud escribió el poeta José Hierro: «La pintora crea una mundo mágico de gran belleza fantasmal. Con estas obras afirma su interesante personalidad. Sus obras no se limitan a ser festín para los ojos sino alimento para la sensibilidad. Arte que combina la solidez con la levedad, la materia con la más pura y desnuda emoción. En la progresión constante hacia un centro donde se halla la pintura más pura, más esencial y alada».

El poeta tenía razón y Gloria insiste: «Yo busco el misterio. Me empapo de la realidad que me circunda y después de descomponerla en mi interior la llevo a mis cuadros. Son los misterios de la tierra, del mar y del espacio y detrás de esas brumas la realidad de los hombres con sus pasiones y sus miserias».