PATRIMONIO
Valdescapa recibe hoy su retablo del siglo XVII por fin restaurado
El acto de entrega contará también con un concierto y un espectáculo de títeres.
Vista del retablo de San Antón o de San Antonio Abad de Valdescapa, ya reparado.
La movilización popular que el pueblo de Valdescapa, a orillas del Cea, desplegó para salvar uno de sus antiguos retablos, el de San Antón, de principios del siglo XVII, dio al final resultado: fue objeto de una intensa restauración en el Taller de Patrimonio del Obispado de León y finalmente hoy será oficialmente ‘inaugurado’ en el templo parroquial y con el acompañamiento de varios actos culturales.
«Será a la una de la tarde, en la iglesia de San Andrés y tras la misa, cuando tenga lugar la entrega oficial del retablo al pueblo de Valdescapa, una vez rehabilitado por Marta Eva Castellanos en el Taller de Restauración de la Diócesis y gracias a la financiación conjunta de Diputación de León-Instituto Leonés de Cultura, Obispado, Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León y la asociación cultural Balle de Scapa», informó este último colectivo a través del cual se canalizaron las gestiones para emprender una reparación que finalmente costó unos 9.800 euros.
El retablo de San Antón o de San Antonio Abad data de principios del siglo XVII y es de autor anónimo, «siguiendo el modelo romanista y las doctrinas del Concilio de Trento», recordó Jesús Revilla, presidente de la citada asociación. «Se compone de calle central y dos calles laterales, cerrando con un atrio donde está la Virgen con el Niño. Puede observarse la ruptura de la frontal del retablo, detalle típico del manierismo, consistente en el rehundido de la calle central, más ancha que las laterales», informó, añadiendo que en la predela del retablo aparecen Santa María Magdalena, San Jerónimo, San Luis Gonzaga, la Consagración, San Diego, San Gregorio Magno y Santa Marina; mientras en las calles laterales figura Santa Ana y, en el lado derecho, San Joaquín, en el centro, San Antonio Abad, y en el atrio, la Virgen.
Teatro y música
Además del acto de entrega oficial, la iglesia acogerá hoy por la tarde dos espectáculos culturales: por un lado, a las 18.00 horas la compañía Teatro del Gatto pondrá en escena el divertido montaje de títeres Un cuento chino... Kuan-Chi-To y el dragón , apto para toda la familia, mientras que dos horas después el dúo Milo ke Mandarini ofrecerá su Concierto de músicas del Mediterráneo . Se trata de un experimentado grupo dedicado a investigar e interpretar sonidos de áreas diversas de la cuenca mediterránea, con especial atención a la música turca, griega y sefardí pero sin olvidar sus raíces españolas. Lo forman Isabel Martín (voz y percusión) y Carlos Ramírez (zanfona, lavta, yayli tanbur, baglama y rabab). Ambas citas son de acceso gratuito y se suman al concierto de música barroca que tuvo lugar el pasado día 11 a cargo de Miguel Ángel Viñuela.
En torno al retablo ‘salvado’ —un ejemplo para otras pequeñas localidades leonesas—, las labores de restauración depararon algunas sorpresas singulares: no sólo se recompuso por entero su estructura y devuelto policromías, tonalidades y siluetas originales sino que gracias a ellas el pueblo tuvo ocasión de ‘redescubrir’ a sus santos: los que se creían Santa Mónica y San Agustín eran, en realidad, Santa Ana y San Joaquín, padres de la Virgen. Xilófagos, humedades, falta de molduras, debilidad extrema en la madera... eran algunas de las patologías con las que se encontraron los expertos del taller según explicó en su día el responsable de Patrimonio de la Diócesis legionense, Máximo Gómez Rascón, quien comentaba a este periódico que en estos trabajos resulta fundamental que en el resultado final, «pueda apreciarse a simple vista cuáles son las piezas nuevas y cuáles, las antiguas». No carece de interés, por otro lado, la imagen de la Virgen con corona de plata a la que, curiosamente y sin razón conocida, ‘serraron’ el Niño, separándoselo del cuerpo.
El Concilio de Trento (1545-1563), celebrado para contrarrestar el avance del protestantismo, confirmó y definió los dogmas y prácticas rechazadas por los protestantes: presencia real de Cristo en la Eucaristía, justificación por la Fe y por las obras, conservación de los siete sacramentos y la veneración a la Virgen María y a los santos; cuestiones que, como remarcó Revilla, «quedan plasmadas a la perfección en este retablo».