El claustro de los ‘lisiados’

En el claustro no están a salvo. Las 23 esculturas apeadas del pórtico de la Catedral por su delicadísimo estado de conservación continúan soportando temperaturas extremas. El Cabildo decidirá en las próximas semanas quién y cómo se llevan a capo las réplicas que se instalarán en las hornacinas que dejaron vacías hace ahora cinco años.

Sin embargo, queda pendiente el traslado de las estatuas góticas originales a un lugar definitivo, previsiblemente, el Museo de la Catedral, aunque hace años que se ha quedado pequeño para mostrar todos los tesoros que posee el templo gótico. La Junta ‘vendió’ inicialmente que el traslado al claustro de las estatuas sería temporal, amén de que brindaba una ocasión única a los ciudadanos para contemplar las tallas desde una perspectiva hasta entonces inédita. Desde esta ubicación se aprecian también mejor las amputaciones y fracturas que sufren. La Virgen Blanca es la única que permanece en el pórtico. Se trata de una copia realizada por el escultor Seoane en la década de los cincuenta. Las 23 que fueron retiradas son obra de diferentes maestros y épocas (entre los años 1280 y 1458). Los investigadores han detectado que en algún momento del pasado —la fecha es una incógnita— las esculturas del pórtico fueron cambiadas de sitio. La colocación de Salomón y la reina de Saba no cuadra; tampoco casa que esculturas que representan al mismo santo estuvieran seguidas.

Presumiblemente, el Cabildo colocará las réplicas en el orden que tenían cuando fueron apeadas en julio de 2005. Originalmente las estatuas estaban policromadas, aunque la pintura es ahora prácticamente imperceptible.