CULTURA
Luis Mateo: «Todo el mundo está lleno de guerras y posguerras»
El autor leonés publica ‘La soledad de los perdidos’, una tragicomedia de los años oscuros tras la contienda
Luis Mateo Díez despliega todo su universo mágico en La soledad de los perdidos (Alfaguara) , una tragicomedia «muy grotesca y extravagante», en la que el académico leonés regresa a ese peculiar territorio desolado del Noroeste que se parece demasiado a un León que en su infancia «era triste y viejo y ahora es hermosísimo».
La novela, que llega a las librerías el día 17 de este mes, cuenta la historia de un maestro, Ambrosio Leda, que tiene que huir de su ciudad porque va a ser depurado y no quiere ser una carga para su familia. El libro transcurre en un largo día, del anochecer al amanecer, en Balma, una ciudad de sombra —como todas las de Celama—, en ese tiempo oscuro que acontece tras las guerras, «el tiempo de las derrotas, de los remordimientos, de lo que yo llamo el secreto del sumario», explica Luis Mateo, quien, según promete su editorial, ha escrito su «obra maestra», algo que él califica de «exagerado».
Leda huye a Balma y se refugia en un chamizo con el propósito de someterse a una metamorfosis; quiere transformarse en otro ser. Una aventura llena de sorpresas, de asuntos extraños, una novela de misterio envuelto en una tonalidad mítica y simbólica sobre los avatares de supervivencia en una noche que dura 600 páginas. Una larga travesía que es el espejo de su destino.
Un libro por el que desfilan esos personajes peculiares, secundarios magistrales, que habitan en todas sus novelas, difíciles de olvidar, difíciles a veces de comprender y difíciles incluso de querer. En La soledad de los perdidos, que deriva en cierta manera de su novela Fantasmas del invierno , Mateo recupera su vena más valleinclanesca, que le permite vadear la tragedia de la vida y el abismo de la historia. Porque todo es posible entre la niebla y la negrura de esa ciudad desolada. «Sí hay un intento de recuperar formas humorísticas un poco estrafalarias que pueden recordar a La fuente de la edad », reconoce. Y hay otra novela, La gloria de los niños, cuya atmósfera también se respira en esta nueva obra del académico leonés.
Mateo ha reconvertido la larga posguerra española en un tiempo simbólico, «como si ese tiempo de desgracia es el que le correspondiera a la condición humana. Como si estuviéramos abocados no a la felicidad sino a la desgracia. No es para nada una reconstrucción histórico-política-sociológica de la posguerra. Es la construcción de un mundo que puede dar la sensación de que está latiendo hoy día, porque tanto tiempo después, en el siglo XXI, todo el mundo está lleno de guerras y de posguerras. Seguimos lastrados por la miseria de lo que fue en tantas cosas el siglo XX».
El abismo de la historia
Para el escritor leonés, La soledad de los perdidos es «una historia de sonámbulos, gente a la cual la tragedia —sean vencedores o vencidos—, le ha hecho perder el sentido de la realidad y están arrojados al abismo de la historia». La nueva novela de Luis Mateo Díez plantea «emociones, sensaciones, ideas y formas de entender la vida muy relacionadas con la propia actualidad».
El creador de Celama reconoce que en el libro ha volcado recuerdos y sentimientos de su propia adolescencia durante la posguerra que, en su caso, transcurrió en Villablino. Y es que el escritor no niega su pertenencia a esa destacada generación literaria de los niños de los 50.