Carlos Fidalgo: «En España prima el fútbol, no escuchar música clásica»

Hasta el pasado miércoles, el tenor leonés Carlos Martínez Fidalgo vagaba por medio mundo huérfano de premios, que no de talento, a la espera de una campana que sólo su dedicación y empeño por superarse han logrado que terminara de sonar. Un sonido con dulce sabor a gloria que esta misma semana le alzaba como ganador del cuarto Concurso Internacional de Zarzuela Ana María Iriarte celebrado en la Escuela Nacional de Canto de Madrid entre el 25 de septiembre y el 8 de octubre. Toda una «inyección de moral» y un «fuerte empujón anímico para seguir adelante» que refuerzan su máxima pasión desde que era un adolescente; el canto.

Ahora, sin tiempo para relajaciones vanas y cuando aún luce sonrisa de oreja a oreja, se enfrenta a una prueba mucho más dura, la de tratar de ser profeta en su tierra. Y es que este ‘paisano’ afincado desde el pasado mes de febrero en Manchester —antes ya había vivido casi seis años en Londres— forma parte del elenco de artistas que darán vida esta noche en el Auditorio a la tercera Gala Lírica de León. «Va a ser muy especial y difícil cantar para mi gente. Muchos colegas ya me han dicho que la acústica y el entorno del Auditorio son fabulosos».

Consciente de que su actual primer puesto en Madrid le abrirá «muchas puertas», Fidalgo no se olvida que «sobrevivir en este mundillo es muy duro. La competencia es enorme, hay cantantes buenos por todos lados y escasean las ofertas de trabajo para todos». Sólo los considerados como «la élite» ganan «cantidades desorbitadas», el resto, como es su caso, «vivimos a duras penas», se lamenta.

Carlos ensaya cerca de cinco horas diarias. «Llegar lejos es muy difícil sin trabajo y esfuerzo a no ser que seas un fuera de serie, y de ésos hay pocos».

Entre sus proyectos de cara al 2015 se encuentran dos paradas que le hacen especial ilusión; su participación con la Joven Orquesta de la Universidad de Valladolid —marzo de 2015— con quien preparará la ópera Mefistófeles de Arrigo Boito, y su estancia de abril a julio en la Ópera de Escocia para interpretar Il Trovatore , de Verdi.

Pese a que lleva años fuera de España, el tenor leonés es consciente del mal momento que vive la cultura en nuestro país, especialmente la música clásica. «Comprendo que es inviable que el Estado lo subvencione todo, y menos en tiempos de crisis, la cultura no es un negocio para ganar dinero. Habría que buscar otras fórmulas, como desgravaciones fiscales a las empresas que apoyen económicamente cualquier iniciativa cultural. Esto ya triunfa en países como Estados Unidos o Inglaterra», remarca. Lo cierto es que según Fidalgo «la demanda cultural en España es bastante escasa, no se encuentra dentro de nuestros genes acudir a conciertos de música clásica, aquí priman el fútbol y tomarse un vino. Es una cuestión de educación, se debería inculcar el arte a los niños desde que son bien pequeños», reclama.

Entre los escenarios a los que desearía subirse algún día se encuentran el Liceo de Barcelona o en el Metropolitan Opera House de Nueva York. «Más que nada por cantar en un escenario de esas dimensiones».

Amante de Tom Jones

Y aunque vive por y para el canto, en sus ratos libres frecuenta el gimnasio, la piscina o escucha algo de jazz, soul y algún tema de su admirado Tom Jones. Ahora, con su flamante primer premio en el Concurso Internacional de Zarzuela Ana María Iriarte a buen recaudo espera que la vida le cambie sustancialmente. «Es un sueño cumplido del que también tiene culpa Héctor Guerrero, leonés como yo y profesor de canto de la Escuela Superior de Canto de Madrid que me acompañó al piano en las fases finales y en la gala final», finaliza.