ARTE
Amancio conquista México
El escultor leonés enseña en el país azteca cómo usar el arte para prevenir la violencia.
Amancio González, el más internacional de los artistas leoneses, está impaciente por conocer cómo transcurren las ceremonias de inauguración de las obras que recientemente ha realizado en tres localidades del estado de México, al lado mismo de la capital azteca. «Siempre gusta -nos comenta- saber el final de la historia, aunque ya conozco que el proyecto ha sido acogido maravillosamente tanto por la gente como por los responsables de la Universidad de Toluca, que ha sido la promotora de esta acción».
Las tres esculturas de Amancio, Árbol, Hombre Cuervo y Hombre Murciélago, son el resultado de una interesante iniciativa. «La titularon, Encuentro con la Escultura. Y se ha tratado –dice- de utilizar el arte como elemento de prevención de la violencia. Un proyecto cultural que nació con la intención aportar al lugar, un elemento más para su embellecimiento o enriquecimiento patrimonial con una obra escultórica en hierro realizada en colaboración con personas en riesgo de exclusión social. Las obras se hicieron en espacios apropiados para el seguimiento del proceso por parte del público».
El artista habla con pasión de su proyecto. «La escultura, compañera inseparable del hombre desde tiempos remotos, extendida por el todo el mundo, diversificada y enriquecida con cada cultura, pueblo o simplemente con el trabajo individual de cada escultor, tiene un aspecto en la actualidad que es fundamental para comprender por qué puede contribuir a la prevención de la violencia o el delito y favorecer la integración social de colectivos marginales. Aporta un compromiso con el cambio y la transformación de actitudes y comportamientos ya que a los jóvenes artistas se les ofrece la posibilidad probar su capacidad para organizarse dentro de un proyecto colectivo reforzando su autoestima y activando resortes que pueden ir más allá de la mera diversión. Reconocer y fortalecer al individuo a través de un compromiso colectivo, contribuye sin lugar a dudas a crear las condiciones necesarias para una inclusión real en la sociedad previniendo de esta manera la violencia y el delito», afirma.
Amancio ha planteado sus esculturas como una colaboración plástica a las señas de identidad de cada uno de los tres enclaves donde las ha realizado. «Sí –asegura- en Lerma, siguiendo el significado de su nombre, decidí hacer un Hombre Cuervo . En Rayón, un homenaje al árbol, tema recurrente en mi trabajo. Y en Zinacantepec, el recuerdo fue para un inventado Hombre Murciélago. En los tres casos ha sido muy importante la gran acogida de la gente, tanto de los que participaron en el trabajo, como de los muchos espectadores que hemos tenido a lo largo de su ejecución».
Durante un mes el arte leonés, la obra de Amancio, ha llevado a los espacios públicos de tres localidades mexicanas un magnífico proyecto de integración social». «Personalmente –asegura- ha sido muy gratificante y si este trabajo sirve de verdad para que algunos jóvenes mexicanos olviden los caminos torcidos e intenten realizarse a través del mundo artístico, mi satisfacción será completa».