El Cea, un cementerio de monumentos

Desolación y ruina. La comarca del Cea se ha convertido en un cementerio de monumentos. Hasta tal punto, que encabeza la Lista Roja de Hispania Nostra en número de edificios históricos en peor estado de conservación. Se trata de un doble récord. León es la provincia que abandera la nómina de la vergüenza; y Cea, la primera comarca del país en monumentos derruidos o al borde del desplome. La provincia tiene inscritos en la Lista Roja 38 monumentos, doce de los cuales están ubicados en la comarca del Cea.

Si la Junta cumple el plan que anunció el presidente Juan Vicente Herrera de invertir 150 millones de euros en el Patrimonio de la comunidad autónoma hasta 2020, en León tiene mucho ‘tajo’. Decenas de palacios, monasterios, iglesias, castillos y otros edificios singulares llevan décadas en las últimas.

La comarca del Cea y León acaban de sumar a su fatídico récord otro inmueble emblemático, el molino de Villamartín de Don Sancho, que fue propiedad de la intelectual gallega Concepción Arenal, importante jurista y escritora realista vinculada al pionero movimiento feminista de finales del siglo XIX. Hispania Nostra destaca asimismo cómo León, la provincia de España con mayor número de molinos en el siglo XIX, en poco más de un siglo ha perdido alrededor de 1.300. Tan desolador como la descripción que esta asociación en defensa del patrimonio hacia del estado del molino de Villamartín de Don Sancho, en estado de «ruina avanzada, engullido por la maleza, con paredes desplomadas y expoliado».

Con este diagnóstico, Hispania Nostra vaticina la «pérdida total del molino, cuyo valor arquitectónico y, sobre todo histórico y simbólico, bien merecería su consolidación. Al menos como señal de respeto a su antigua propietaria, Concepción Arenal, una mujer extraordinaria y destacada intelectual». El molino fue propiedad del padre de Concepción Arenal, quien lo heredó a su muerte. Aunque la escritora buscó la inspiración en esta construcción —de un solo piso con cocina, dormitorio, panera, cuadra y oficinas, con una superficie de 234 metros cuadrados—, su hijo acabó vendiéndolo en su nombre en el año 1879 por 7.500 pesetas (42 euros).

Este mismo mes ingresaban también en la Lista Roja otros tres nuevos monumentos leoneses: la iglesia de Crémenes, hoy corral de ganado, la de Santa Lucía de Valdueza, devorada por el fuego y abandonada, y la cerca medieval de Almanza, víctima del feísmo.