Piedra contra los vándalos

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de León, José Antonio Diez, reclamó ayer al alcalde, Emilio Gutiérrez, la limpieza y reparación inmediata del tramo paseable de la muralla por seguridad e imagen. Diez destaca su preocupación por la imagen de «desidia, dejadez y suciedad» que ofrece este monumento emblemático y en el que, además, se ha realizado una importante inversión económica para hacer este tramo paseable, otro hito de las visitas al patrimonio leonés. Las críticas han provocado la rápida interpelación de la concejala de Urbanismo, Belén Martín Granizo, que asegura la intención del equipo de gobierno de desmontar la parte del cubo de la muralla y del pasillo, de donde se retirarán los listones de madera. La responsable de Patrimonio destaca que el proyecto se redactó hace un mes y fue aprobado por la Comisión de Patrimonio el pasado jueves. Martín Granizo explica que con un presupuesto de 28.000 euros, se desmontará la tarima de madera, que se reciclará para ser reutilizada, ya que se trata de material de «alta calidad». La edil añade que el proyecto pretende sanear la base y echar una capa de hormigón con acabado de árido de gravado. También se sustituirán los sumideros y seis cristales que actualmente están rotos.

Belén Martín-Granizo explica que con estas medidas se espera que se cumplan las garantías de seguridad y accesibilidad para evitar incidentes y, a la vez, impedir «a los desalmados que se lleven el patrimonio que tanto cuesta mantener».

El tramo paseable de la muralla en Ruiz de Salazar tuvo un presupuesto de medio millón de euros y desde su inauguración ha tenido que ser rehabilitado en no menos de cuatro ocasiones.