Diario de León

Murmullos de poesía en la calle

El grupo León Susurra, una iniciativa del autor argentino Nicolás Cosa, lleva desde junio recitando versos al oído de todo aquel que lo desee por medio de un largo tubo.

Marta Moral, una de las integrantes del grupo, en pleno acto de susurrar versos durante la Feria de la Cerámica.

Marta Moral, una de las integrantes del grupo, en pleno acto de susurrar versos durante la Feria de la Cerámica.

Publicado por
E. GANCEDO | LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

Un pequeño ejército de activistas del verso, un selecto comando de guerrilleros de la lírica, han tomado la ciudad. Van bien pertrechados con munición fabricada a base de estrofas lapidarias y, como arma principal, enarbolan un largo tubo de cartón que les sirve para disparar —suavemente— sus poemas a bocajarro y directamente al oído del interlocutor. Se trata de Susurra León, un singularísimo grupo que viene a demostrar las múltiples caras (y los múltiples usos) que esconde la poesía.

La iniciativa es fruto de la inquietud de un argentino residente en León, Nicolás Cosa Álvarez. «Todo surgió en un viaje que hice a Córdoba, la ciudad argentina en la que nací —narra—. Allí tuve la suerte de recibir los susurros de mi mamá y luego contacté con una amiga, Celeste Agüero, que tiene un grupo llamado Color Susurro. Celeste es discípula de Mirta Colangelo, que estuvo en París cuando unos artistas idearon, en 2001, detener el tiempo utilizando la poesía, los tubos decorados y los susurros». Con todo ese bagaje detrás, comenzó un proyecto consistente en transitar las calles y recitar al oído, por medio de un tubo, poemas a los amigos, a los familiares, a los viandantes en plena calle y a todo aquel que lo desee. Cosa Álvarez ‘transplantó’ la idea a su ciudad de acogida y desde junio del año pasado, León Susurra es una realidad. Actualmente, el grupo cuenta con once miembros.

Y sobre la intensa actividad que han desarrollado desde entonces comenta este inquieto cordobés que, «con nuestros tubos decorados, y casi siempre con sombrero, llamamos la atención allí por donde vamos, pero siempre invitando a las personas a oír nuestros susurros». También asegura que cada acto «es distinto y eso hace que a nosotros también nos sorprenda. Lo que sucede antes de juntarnos, la alegría que significa reunirnos para hacer algo que nos llena, el contacto exclusivo con la persona a la que le susurraremos, las expresiones mientras susurramos y la respuesta... pues todo eso es único, son cosas maravillosas», expone.

Por el momento, aún son pocos quienes conocen que existe León Susurra, y por eso el colectivo se ofrece para participar en actos culturales o compartir poesía en residencias y agrupaciones. «Por ejemplo, Carmen, una integrante de León Susurra, es socia de Casa Galicia. Un día de su semana cultural fuimos a susurrar allí y resultó maravilloso —cuenta Cosa—. Me ocurrió algo que no olvidaré: a una mujer le susurré un poema de Antonio Gamoneda y de pronto me dijo que había sido alumna de Angelines, la mujer del poeta, y que recordaba perfectamente sus clases en Sierra Pambley».

Y es que, en cuanto a los autores predilectos por el grupo, su creador plantea que existen muchísimos autores «y a cada persona le puede gustar más uno u otro». «Lo que sí ocurre —advierte— es que lo poemas que susurramos son siempre cortos y positivos. Queremos que la gente a la que acercamos el tubo recuerde nuestra presencia como algo hermoso».

Los versos toman la calle

En este punto resulta inevitable hablar del auge que está experimentado el verso en León, tomando al asalto calles y tabernas. «La poesía siempre está en movimiento. El Ágora de la Poesía se reúne ya hace bastante tiempo y algunos bares siempre estuvieron abiertos a la voz de los poetas. Y lo de nuestro colectivo surgió en junio porque en ese momento encontré un grupo hermoso de gente para llevar a cabo la idea surgida en París. No hay casualidades, es movimiento», reflexiona Cosa, quien también recuerda que, en el Ágora (plaza de San Marcos), la gente conectó muy bien con la propuesta y las sonrisas y los agradecimientos «nos llenaron de calor poético».

Con sus tubos (proceden de las tiendas de telas al por mayor y luego ellos mismos los decoran), ver el grupo en plena acción es sin duda un verdadero espectáculo. Y recuerda Nicolás Cosa que, cuando se juntan todos, antes de ofrecer sus poemas, proclama estas palabras como para imprimir impulso: «Sentimos la vida mejor cuando/ susurramos/, en ese contacto/ exclusivo/ van las palabras/ envueltas para regalo/ en nuestra voz».

El colectivo tiene un grupo de Facebook, León Susurra, donde dan a conocer todas sus acciones. Si usted necesita un poema y los encuentra, quizá pueda ‘contratarlos’...

tracking