PATRIMONIO
Ofensiva de las asociaciones para que la Junta reabra Sandoval al público
Piden a toda la sociedad proyectos e ideas encaminados a dar un uso al monumento
«Lo que hay aquí es indecible». Con esa palabra de extenso alcance definía Víctor Ferrero, fundador de la asociación Promonumenta, el tesoro histórico-artístico que supone el monasterio de Santa María de Sandoval. Un tesoro que cada día pierde nuevas joyas en forma de piedras expoliadas o caídas y que desde hace más de seis años permanece cerrado al público (sólo la iglesia puede contemplarse los domingos coincidiendo con la misa, el resto es territorio vedado).
Y por eso, ayer, miembros de Promonumenta y personas relacionada con la promoción de la comarca efectuaron una visita a fondo por todos sus rincones para comprobar su estado y abrir un debate en torno a la necesidad de buscar un proyecto —y ante todo un uso concreto— que salve de la ruina total este asombroso recinto que abarca una superficie de 5.000 metros cuadrados. Guiados por Víctor Ferrero, quien dio a conocer los secretos del edificio —el gran claustro, la sala capitular, la de oficios, el refectorio, las estancias del abad y del resto de monjes, la iglesia con sus retablos, sillería y tallas, e incluso las mazmorras—, los presentes supieron que las últimas actuaciones de restauración por parte de la Junta tuvieron lugar hace unos diez años, después de que en la década de los setenta se arreglara parte del tejado y en los noventa otra y, gracias al tesón de Promonumenta, se salvara la sillería del coro.
El primer objetivo de esta plataforma empeñada en ‘resucitar’ Sandoval es, sin discusión, su apertura al público y la dotación de servicios, algo de lo que a estas alturas carece. Y por eso piden al gobierno autonómico un guía o vigilante que abra y enseñe el monumento —a Julián, el nieto de la famosa señora Munda que durante décadas enseñó Sandoval a todo aquel que lo desease, ya se le ha despojado de ese cometido—. Pero también, y gracias a la mediación de Álvaro Miguélez, ex director del Hotel Conde Luna, mansillés de nacimiento y hombre empeñado en dinamizar turísticamente la comarca, se ha acordado abrir una convocatoria a toda la sociedad, especialmente al mundo empresarial, solicitando ideas concretas y proyectos firmes encaminados a dar un uso que conlleve la rehabilitación del monasterio. Promonumenta sería, pues, ese interlocutor que busca emprendedores no sólo en nuestro país, también fuera de él.
A este respecto se recordaban ayer algunas de las ideas aportadas desde los años setenta para esta excelsa obra que cabalga entre el románico y el gótico, por ejemplo la que formuló Víctor Ferrero y que tenía como objeto convertirlo en sede de un centro de restauración. «Al poco tiempo abrió el de Simancas y después el de Valbuena, que hoy es sede de Las Edades del Hombre», comentaba el propio Ferrero, advirtiendo que si Sandoval estuviera «a 20 kilómetros de Valladolid, en vez de a 20 kilómetros de León, ya acogería una consejería u otra institución» y recordando que la Junta, como propietaria del emplazamiento, «debería velar, como cualquier otro propietario, por el buen estado del edificio». Aun así, sabe bien que es mejor «presentar a las administraciones un proyecto firme y con medios», de ahí el lanzamiento de esta convocatoria. Un hotel con campo de golf, un museo con las obras que el escultor leonés José Ajenjo atesora a muy pocos kilómetros, un albergue de peregrinos o una colonia para niños extranjeros son algunas de las propuestas planteadas en los últimos años. Tampoco hay que olvidar que algunos de los últimos paradores abiertos en España, el de Santo Estevo (Orense) o el de Corias (Asturias), se habilitaron en monasterios tan o más deteriorados que el leonés. Además, desde Promonumenta anunciaron que trabajan en una página web encaminada a mostrar —sobre todo de cara al mercado internacional— la difícil situación de diferentes monumentos leoneses que podrían ser salvados mediante la iniciativa privada.