El mejor Picasso regresa al Prado con el cuadro ‘Los dos hermanos’

El mejor Picasso regresa al Museo del Prado. La pinacoteca colgó ayer en su nave principal Los dos hermanos, una brillantísima tela pintada por el genio malagueño en 1906. Es la primera de las diez magníficas obras que cede al museo español el Kunstmuseum de de Basilea, el primer museo municipal del mundo y una de las mejores colecciones de arte en Europa. En esta semana se colgarán en la planta superior del edificio Villanueva las nueve pinturas restantes, un excepcional ‘regalo’ que estará en Madrid hasta finales del verano. Todo un regalo que es posible gracias al cierre temporal del museo suizo que, mientras duren sus obras de remodelación, reparte sus tesoros entre el Prado y el Reina Sofía, que exhibirá el grueso de las colecciones suizas en dos muestras paralelas a partir de la semana próxima.

Fechadas entre 1906 y 1967, las diez obras maestras del pintor malagueño se disponen de forma cronológica en una ‘pequeña gran’ retrospectiva que vuelve a confrontar el genio de Picasso con el de predecesores como Tiziano, Tintoretto, Gentileschi, Veronese o Rubens y a la sombra de Velázquez y Goya. ‘Los dos hermanos’, una joya de la etapa rosa pintada en 1906 en Gósol (Lérida) recibe al visitante y abrirá el paseo por un decena de lienzos que recorre toda la vida creativa de Picasso. La otra pieza estelar es ‘Arlequín sentado’ (1923), en la que Picasso retrata al pintor Jacinto Salvadó ataviado con ropas cedidas por Jean Cocteau

Las dos forman parte de la colección de Rudolf Staechelin, propietario de las pinturas necesitado de liquidez que trató de venderlas a mediados de los años sesenta del siglo pasado. Fue la ciudad de Basilea la que realizó el «milagro» y para evitar que salieran del país preguntó en referéndum a sus ciudadanos si querían que se compraran las obras. Tras el sí en 1967, aportó seis millones de francos suizos para hacerse con la obras. A esa cantidad se sumaron otros 2,4 millones aportado por suscripción popular. Un gesto que conmovió a Picasso acabaría regalando al museo otras tres pintura. Obras como ‘Hombre, mujer y niño’ (1906), ‘Venus y amor’ (1967) y ‘La pareja’ (1967), que se exhiben junto a ‘Panes y frutero con frutas sobre la mesa’ (1908-9), ‘El aficionado’ (1912), ‘Mujer con guitarra’ (1911-14), ‘Mujer con sombrero sentada en un sillón (1941-42) y ‘Muchachas a la orilla del Sena, según Courbet’ (1950)

Naturalidad Los responsables del Prado eligieron lo mejor de la muchas obras de Picasso que atesora el museo suizo gracias a idilio entre el artista y la ciudad suiza. «En circunstancias normales jamás se prestarían tal cantidad de obras y tan importantes» reconoce el subdirector del Prado, Gabriele Finaldi