«Cepillo, cargador y Espidifen son mi santísima trinidad»

El ex The Sunday Drivers envuelve con su voz canciones que son un regalo, siempre aliñadas por ese genio que lo acompaña y que es Charlie Bautista. Por todo, su presencia en el Gran Café se antoja una oportunidad excelente para atacar un repertorio lleno de buenos temas que presenta con la modestia de los grandes, cuando los músicos tocan tan juntos (hay que verlos) que la verdad se adueña del escenario.

—Con The Sunday Drivers estuvo en el Purple Weekend. ¿Qué recuerdos tiene?

—Recuerdo sobre todo la ilusión que supuso el que nos llamaran. El honor, diría. El Purple es de esos festivales con un carácter y un criterio muy definido, muy personal. Un evento en el que la música es el centro de todo, cosa poco común.

—¿En este nuevo disco, el proceso fue diferente al anterior, en el que Charlie Bautista y usted se fajaron con todo. ¿Con más gente ahora ha descubierto más cosas?

—Sobre todo es gente con la que me gusta estar, porque los quiero y me lo paso bien. Todos tienen mucho bagaje pero cada uno tenemos experiencias y gustos diferentes, así que he hecho cosas que no se me habrían ocurrido, y de modos que no había pensado.

—Cuando decide salir en solitario, ¿buscaba hacer algo que ya tenía en su cabeza?

—Lo que pasó fue que tenía canciones que había acumulado durante algunos años y se las enseñé a Charlie. Él me obligó a grabarlas, y me convencí de que era algo que debía hacer; más que nada por no arrepentirme dentro de 20 años. En un principio fue sólo eso, ni siquiera pensé en editar el disco, lo hice por mí. Luego me decidí a hacer el crowdfunding, lo cual me obligaba en cierto modo a editar y «dar la cara». Eso, la respuesta de la gente, las horas en el estudio, nos hizo pensar en más cosas... Supongo que fue algo natural, pero nunca me paré a hacer un plan y ni siquiera me ilusionaba vivir ni buscar (porque era impensable) lo que ahora estoy viviendo.

—En cuanto a letras, desde el principio ha aportado cosas mas que interesantes. ¿Cómo lleva uno el ser creador de sensaciones por así decirlo?

—Me satisface especialmente que la gente se identifique o simplemente me hable de las letras, porque es lo que considero realmente difícil: escribir. Creo además que la escritura es la mejor manera de diferenciarnos, porque prácticamente todos los que hacemos canciones hablamos de lo mismo y en la misma lengua. Así que la diferencia, tu propio idioma, dependerá de cómo lo dices, más que de lo que digas. Para mí el gran cambio y lo que nunca había vivido es cómo canta la gente... es muy emocionante.

—¿Cuál ha sido el descubrimiento musical reciente que le ha fascinado?

—Egon Soda, Silvia Pérez Cruz, Modelo de Respuesta Polar, Julio de la Rosa, Tulsa, Perro... por decir algunos... Hay gente haciendo cosas muy chulas. Ahora estoy escuchando el último disco de Father John Misty, pero me han gustado más los otros grupos que te he dicho.

—¿En gira, qué no puede faltar en tu maleta?

—Cepillo de dientes, cargador del móvil y Espidifen son mi santísima trinidad.

Lugar: Gran Café. Calle Cervantes, 9.

Hora: 22.30 (entradas 15 euros) .