El Ayuntamiento ‘vende’ festivales a los que ha dejado en la indigencia

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de León promociona como propios festivales a los que ha cortado el grifo de las subvenciones hasta hacerlos casi desaparecer. Es el caso del Festival Internacional de Órgano, el de Música Española y el Purple Weekend. Estos tres ‘hitos’ culturales de la capital han sufrido recortes del cien por cien desde la llegada al poder del PP en el municipio. Sin embargo, el Ayuntamiento no tiene ‘empacho’ en venderlos como parte de su propia programación cuando acude a ferias promocionales. Es el caso de Fitur, la Feria Internacional de Turismo, que se celebró hace un mes en Madrid y al que el equipo encabezado por Emilio Gutiérrez acudió con un folleto informativo de hace cinco años al que se le cambió el año y al que se le añadió el logo realizado para el título de Cuna del Parlamentarismo, un logro que se ‘despacha’ con apenas diez líneas.

Pero lo que sin duda resulta más sorprendente es el aprovechamiento que se hace de los citados festivales cuando si hubiera sido por la ayuda municipal éstos habrían desaparecido.

El propio concejal de Cultura, Juan Pablo García Valadés, defendía la negativa del Ayuntamiento a subvencionar el Festival Internacional de Órgano: «La finalidad del festival era conseguir el órgano para la Catedral», decía sin rubor, y añadía que al cumplirse el objetivo, el Ayuntamiento dejaba de tener responsabilidad alguna con el certamen. Así que el año pasado, uno de los buques insignia de la cultura estuvo a punto de desaparecer y sólo se salvo gracias a la programación del Inaem puesto que ni Ayuntamiento, ni Diputación ni Junta de Castilla y León dedicaron un euro a ‘vestir’ el programa. De hecho, el certamen contó tan sólo con dos conciertos, el protagonizado por Giampalo di Rosa y el que ofreció Jean Guillou. Ambos tocaron gratis et amore, por amor al arte, nunca mejor dicho. El resto de los conciertos fueron programación del Centro Nacional de Difusión Musical a través del Ministerio de Cultura.

El propio director del festival, Samuel Rubio, manifestaba ayer mismo que aún desconoce si habrá presupuesto para el festival de este año o 2015 se convertirá en el año de su defunción.

Lo mismo ocurre con el Festival de Música Española, que con la llegada del PP al gobierno municipal dejó de recibir subvención alguna. Desde el 2012, las partidas recibidas por el ciclo dirigido por Miguel Fernández Llamazares no han subido de cero, mientras que hubo años que llegó a obtener 48.000. Llamazares explica que la ayuda municipal se limita al Auditorio, que el Ayuntamiento cede de manera gratuita al festival. En la última edición, el coliseo Ciudad de León se prestó en dos ocasiones. El festival tuvo que limitarse a los 15.000 euros que recibió —una vez más— del Inaem mientras que la colaboración de la Junta de Castilla y León se limitó a poner la Orquesta Sinfónica de Castilla y León para un solo concierto. Eso sí, sin director, ni solista ni partituras, tres capítulos que al Festival de Música Española le supusieron un desembolso de siete mil euros, la mitad de su presupuesto. puesto que con la taquilla tan sólo se cubren los gastos en el mejor de los casos.

Pago de la deuda

En cualquier caso, Miguel Fernández Llamazares recuerda que si el Festival sigue adelante es en parte gracias al plan Montoro se pudieron cobrar alrededor de 30.000 euros que se adeudaban de años anteriores al 2012 y por los que los integrantes de la asociación tuvieron que afrontar un crédito personal. Por último, el Ayuntamiento también se apropia del Purple Weekend, uno de los certámenes de música independiente más importantes del noroeste, cuyo declive comenzó con la llegada del PSOE al poder y que ha logrado sobrevivir gracias a la implicación de numerosas marcas comerciales y, sobre todo, de los empresarios reunidos en Centro León Gótico. Como en los ejemplos anteriores, la financiación del Ayuntamiento ni siquiera alcanza a ser testimonial y se limita a la apertura de recintos municipales —Espacio Vías y CHF—para la celebración de conciertos en su interior.