El ‘enjuague’ de Videla salpica a Pacho Reyero

Aprovechar la cada vez más maltrecha imagen internacional del gobierno argentino a finales de la década de los setenta para ofrecer a esa dictadura la posibilidad de publicar reportajes elogiosos o espacios publicitarios a precio rebajado. O sea, sacar partido económico de un sistema que censuraba, torturaba y arrojaba personas vivas al oceáno. Esa sería la conclusión de la información publicada ayer por el diario digital Público, según la cual medios españoles «se ofrecieron para enseñar la ‘imagen real’ de Argentina y el lado ‘humano’ del dictador».

La noticia menciona diversos encuentros mantenidos entre personal de la embajada argentina y directivos de medios de comunicación de la época, así como «comidas, cenas y agasajos en los restaurantes más caros de la capital española». En concreto, habla de una gran reunión con directores de periódicos, celebrada el 14 de octubre de 1977 en la residencia diplomática, para tratar esos asuntos y en la que se encontraría el leonés Félix Pacho Reyero, por entonces subdirector del diario Informaciones, de acuerdo con un supuesto telegrama enviado a Buenos Aires por el embajador Leandro Enrique Anaya. Junto a Pacho Reyero estarían, entre otros, el subdirector de ABC, Miguel Torres; el director de Ya, Alejandro Fernández Pombo; José Ramón Alonso, director de Pueblo; Carmelo Martínez González, director de Marca; Francisco Muro de Íscar, subdirector de Arriba; Fernando Casares, director adjunto de El País y Félix Martialay, subdirector de El Alcázar.

Ayer, Félix Pacho, uno de los nombres míticos del periodismo leonés, no ocultaba su indignación en declaraciones al Diario: «Es que ni sé dónde está la embajada de Argentina, ni lo sabía entonces ni lo sé ahora». Y proseguía: «Efectivamente yo era subdirector de Informaciones en aquella época, y te aseguro que desde la embajada argentina jamás me invitaron a cena ni almuerzo alguno ni nosotros le hicimos a ellos ningún tipo de propuesta informativa o publicitaria». «Es más, si alguien nos hubiera venido con encargos de ese tipo le hubiéramos mandado... no sé dónde, pero muy lejos. Y hablo por mí mismo pero también por Jesús de la Serna, que en esa fecha ocupaba la dirección, y era un hombre de gran profesionalidad y honorabilidad», continuó el veterano periodista y escritor. Y sobre el resto de nombres consignados en el reportaje —conoció a la práctica mayoría de ellos—, anota la curiosidad de que «casi todos han fallecido ya».

Pacho Reyero, que entró en Informaciones en 1967 como redactor jefe y lo abandonó en 1979, recalcó que el periódico denunció a través de sus páginas «no una sino muchas, muchas veces» los abusos de la dictadura de Jorge Rafael Videla. «Entonces éramos el diario más liberal que había, sacábamos los temas que otros no se atrevían a publicar —contextualizó—. Era el periódico de la intelectualidad, de la universidad, contábamos con colaboradores cercanos a la izquierda...». «Si yo me hubiera enterado de maniobras de ese tipo, y tenía que ser así porque por mis manos pasaba toda la información del periódico, te aseguro que las hubiera puesto en conocimiento de las autoridades», concluyó.