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Ángel Baillo. MÚSICO

«Emociona codearse en las listas de ventas con Maná o Juan Gabriel»

Componente que fue de recordados grupos leoneses como La Huella, Ópera Prima o Gas Mostaza, triunfa ahora por todo lo alto en México con su banda Playa Limbo, algo así como La Oreja de Van Gogh azteca, que acaba de alcanzar el número tres en las listas de discos.

Imagen de los miembros del grupo mexicano Playa Limbo, Baillo es el segundo por la izquierda.

Publicado por
PACHO RODRÍGUEZ | LEÓN
León

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Aunque hace ya mucho tiempo que se fue a México, Ángel Baillo es nombre propio importante entre los músicos que protagonizaron la escena leonesa en los últimos años. Su periplo local no fue una anécdota, sino que se pateó locales tanto de ensayo como de conciertos. Con La Fuga, por ejemplo, el grupo del añorado Toño Caminero, participó en una acertada tendencia modernizadora en León. También en La Huella, así como con otras bandas como Ópera Prima, Tres Consentidos, Gas Mostaza, etc. Viajó a Madrid, volvió a León, se fue a México por motivos laborales musicales y allí se quedó. A partir de esta historia llega su historia de músico en México, que es otra historia y otra música, pero con la calidad de un instrumentista de época, en este caso al bajo, en León.

Con su grupo Playa Limbo acaba de editar un nuevo trabajo, grabado en directo, que se ha situado en el tercer puesto de las listas de ventas mexicanas en español, solo superado por dos nombres míticos de lo latino como son Maná y Juan Gabriel. El músico leonés recibe la buena nueva de esta misma semana con alegría y la distancia de quien ha elegido ser músico de tiempo y largo recorrido. Desde el DF atiende al Diario y habla de todo un poco. Primero sobre este nuevo trabajo, del que habría que destacar que es un directo que aparte de resumir y renovar los grandes temas del grupo, suma cuatro canciones nuevas con arte y parte de Baillo. Pero el que es también es hermano de otro ilustre bajista y contrabajista leonés, Javier, reflexiona también sobre los viajes y la vida de músico delatando que es lo que más le gusta. Y sorprende su querencia musical flamenca. De días y de noches. En vivo-Centro cultural Roberto Cantoral (Sony-BMG), es lo nuevo de Playa Limbo, que lleva a pensar en si tendrán previsto pasarse por España.

—¿Aspira uno a situarse en los primeros puestos de ventas de discos, codeándose con monstruos de la talla de Maná?

—Las listas son muy importantes pero, definitivamente, son tan cambiantes como esta industria de la venta del disco físico que yo creo que está dando sus últimos estertores. Me refiero a que mañana entra un lanzamiento internacional y te vas abajo. Es cierto que anoche cenamos con nuestros mánagers y el disco, tanto en digital como en físico, ha presentado una venta muy por encima de lo esperado y obvio: estas cosas emocionan. 

—Pero, ¿uno se lo espera?

—Yo creo que cuando un artista saca un disco, secretamente desea que conecte, y que el círculo se cierra si la música que tu creaste luego es difundida de la mayor manera posible.

—Lo de que sea en directo, ¿es el resultado de esa intención de obtener la máxima comunión con los fans?

—Es un directo porque la gente siempre nos ha dicho que les gustábamos más en vivo. Y la verdad, este formato es mucho más sincero y más difícil de alterar. Estamos muy contentos con el resultado porque, además, como innovación, trabajamos con dos músicos extras para así eliminar secuencias programadas y conseguir más fuerza musical.

—Como músico español que trabaja en México se supone que interiormente soñará con al menos venir a tocar aquí. ¿Cómo lleva esa sensación?

—Para mí es una asignatura pendiente llegar a difundir nuestra música en mi país de origen. La verdad es que no les sigo la pista a proyectos pop españoles desde La sonrisa de Julia, pero estoy con muchos deseos de poder colaborar con Las Migas o Miguel Poveda.

—El disco resume trayectoria y propone nuevas aventuras. ¿Ese es el estado actual del grupo y suyo propio: madurez y energías para el futuro?

—Pues en este disco, de las cuatro canciones inéditas que incluimos, en las cuatro participé y dos de ellas son de mi autoría al 50 por ciento. Eso me hace feliz porque son temas muy emotivas para mí y, además, algo me imagino que haya aprendido en estos años sobre cómo decir lo que sientes de la mejor manera posible. Ahora vamos a regresar al mercado latino en EE UU y también a Sudamérica, lo cual siempre es muy grato. Espero que siga con las mismas ganas de viajar y que no se me agote la pila pronto. Porque algunas veces, parafraseando a Fito Páez, «crujen los huesos por las humedades».